David Bisbal, uno de los extriunfitos que conqnuistó el corazón de miles de españoles en la primera edición de Operación Triunfo, cumple 20 años de éxito en la música. Varias de sus canciones han dado la vuelta al mundo y tanto nuevas como antiguas resuenan en la cabeza de muchos. Lejos quedó ese «Ave María» que aún se siente en el ambiente y ahora celebra su aniversario recorriendo España por su nueva gira «En tus planes», donde presenta su último álbum. Esa misma que también le llevará más allá del Atlántico a partir de septiembre.
Entre concierto y concierto, y antes de subirse al escenario de ‘Starlite’ de Marbella ha hablado sobre su recorrido en lo que él dice que le cambió la vida. Y es que, quizá, uno de los temas que casi se ha convertido en himno no hablaba de María, sino de quien hoy se ha convertido en su forma de vivir. Porque cuando «yo te tengo, me quemo por dentro y más y más de ti yo me enamoro», tal y como le ocurrió con la mejor compañera de vida. Su pasión: la música.
Aprender a amar la música de otra manera
«Recuerdo absolutamente todo. Al principio entré en este mundo por amor a la música. Y poco a poco me fui enamorando todavía mucho más», explica David. Un experiencia que ahora comparte con los concursantes de ‘La Voz’ y a los que no duda en trasmitir todos sus aprendizajes, que no son pocos. Especialmente, recuerda, después de haberse enfrentando a las restricciones que todos hemos vivido por la pandemia de la COVID-19.
Para Bisbal los últimos meses han sido complicados y ha tenido que aprender a canalizar la rabia que sentía. Él mismo se considera una persona muy enérgica y que «no puede parar quieto». Ha tenido que «hacer un ejercicio para aprender a disfrutar de las cosas» de otra manera. «He aprovechado para ver a mis hijos crecer», y también, «para coger fuerzas» y volver a enfrentarse a un público al que cuesta más trabajo ganarse.
«Ahora ellos llevan mascarilla. Pero aún así yo los escucho y los veo sonreír. Notas la sensación, el alma de la gente bailando», nos cuenta. Y es que, aunque este año hayamos tenido que aprender a bailar con los pies desde el sitio, el público se reinventa y aprende a escuchar de manera canciones que se han convertido en verdaderos himnos.