La escasez de microchips, el gran problema logístico que afecta a diferentes sectores

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ha paralizado su producción este viernes debido a la escasez en el suministro global de semiconductores o microchips. Por ese mismo motivo, también suspenderán su actividad otras compañías automovilísticas a partir de la próxima semana.

El caso es que, la falta de estos circuitos integrados afecta a otros muchos sectores. A pesar de su diminuto tamaño, los chips están presentes en todos los productos digitales que nos rodean. Por ello, cuando los suministros se agotan se llega a detener la fabricación.

El ‘Armagedón’ de los chips

El gran problema es que sólo 3 compañías abastecen al mercado mundial del microchip: TSMC en Taiwán, Samsung en Corea del Sur e Intel en Estados Unidos. Pero puede que este número se vea reducido a 2 dados los problemas que presenta el gigante americano para construir semiconductores.

Esto se debe a que el material es cada vez más potente, más denso y más pequeño, resultando una tarea tan complicada y cara que muchos han dejado de fabricarlos. Algunos expertos denominan esta situación como el ‘Armagedón de los chips’.

Exceso de demanda

Es una crisis logística sin precedentes, provocada, principalmente, por la pandemia del coronavirus. Las restricciones provocaron que la industria automotriz sufriera una gran caída en las ventas, lo que llevó a reducir sus pedidos. Así, los fabricantes de chips decidieron entonces cambiar sus líneas de producción.

Sin embargo, en el tercer trimestre de 2020, las ventas de automóviles se recuperaron más rápido de lo previsto. A ello se sumó que el teletrabajo volvió a impulsar la compra de ordenadores y otros dispositivos para desarrollar la actividad laboral desde casa y también para ocupar el tiempo libre.

El resultado: escasez de oferta.

Una de las soluciones sería acabar con el oligopolio en la industria de los semiconductores. Sin embargo, para crear una nueva planta se necesitan entre 18 y 24 meses. Por el momento, multinacionales de tecnología y consultoría como IBM ya pronostican que hasta 2022 o incluso 2023 no se aliviará la situación.