botellón que se realizó el sábado en la playa de Quenxe ha dejado consecuencias. El alcalde de Corcubión, Manuel Ínsua, ha asegurado que desde el consistorio de Corcubión quieren evitar por todos los medios que la localidad se convierta en espacio para botellones y reuniones multitudinarias que no respeten las medidas del coronavirus. Al botellón del sábado acudieron alrededor de 400 jóvenes en la playa de Quenxe.
La situación preocupa, ya que no es la primera vez que jóvenes de toda la comarca se dan cita para consumir alcohol en la zona. Ante ello, las medidas que tomará el consistorio para tratar de acabar con el problema pasan, en primer lugar, por solucionar que Corcubión no tiene Policía Local.
Fiestas ilegales
A pesar de que España continúa en riesgo extremo de propagación de la COVID-19, son bastantes las fiestas ilegales que los jóvenes siguen realizando. Es por ello que en Ibiza se han tomado muy en serio el buscar medidas para paralizar esta tendencia.
Han iniciado un procedimiento en el que buscan extranjeros de entre 30 y 40 años que estén dispuestos a infiltrarse en las fiestas. Así pueden ayudar y facilitar la labor policial para detectar fiestas ilegales en las que no se cumplen las medidas sanitarias por el coronavirus. El presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí pidió al Govern hacer modificaciones legislativas para que los ayuntamientos puedan detener todas estas fiestas. La mayoría de estas se llevan a cabo en domicilios particulares.
En Barcelona, hace unos días se desalojó una fiesta ilegal de 42 personas en Barcelona. Se organizó a través de las redes sociales en un local de la playa de la Barceloneta. Los agentes denunciaron a 5 organizadores, 2 captadores y otros 2 disc jockey. Además, intervinieron de forma cautelar los equipos musicales.
La Policía Foral de Navarra también atendió hace unas semanas varios alertas de ciudadanos por infracciones en cuanto a la normativa sanitaria. Una de estas infracciones era una fiesta ilegal en el cementerio de Villalba que incluso contaba con DJ.