Con este panorama cada vez hay más comunidades que piden la vacuna sea obligatoria para los trabajadores en residencias y para los profesionales sanitarios.
Por el momento, cinco comunidades quieren que la vacuna sea obligatoria para las personas que cuidan a personas vulnerables. Galicia, Cantabria, Andalucía, Murcia y Canarias quierer imponer esta medida, sin embargo otras están en contra, como Cataluña, el País Vasco o Castilla-La Mancha.
El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoó, afirma que “sino quieren vacunarse no pueden trabajar”.
Mientras sanidad y las autonomías estudian cómo actuar con aquellos que se niegan a vacunarse: obligarles a hacer dos tes a la semana o hacerles un traslado forzoso para que no estén en contacto con los ancianos.
Al parecer, según cifras no oficiales, solamente el 5% de los trabajadores en residencias ha decidido no vacunarse.
Federico Montalvo, presidente del Comité de Bioética de España, asegura “que hay base legal suficiente para si fuese necesario y hubiera un riesgo para la salud se pueda imponer la vacunación obligatoria”
El Colegio de Médicos de España propone apartar al personal que no se vacune.
El Ministerio de Sanidad recuerda que la vacunación no es obligatoria, pero sí que estudia medidas de control para los trabajadores de hospitales sanitarios que no quieran vacunarse como dos pruebas PCR dos veces por semana y control frecuente de la temperatura.
De hecho, ya hay países europeos donde la vacuna es obligatoria en adultos: Indonesia, Tayikistán, Turkmenistán y el Vaticano.
Además en países como Rusia la vacuna es obligatoria en sectores esenciales, en la capital, Moscú y en San Petersburgo, los cuncionarios deben cumplir con esta medida, en Reino Unido el personal de geriátricos debe estar inoculado y en Italia, sanitarios y profesores.