gran incendio forestal ha arrasado con varias casas y un campamento de un barrio a las afueras de Atenas (Grecia). La capital griega vive la peor ola de calor en décadas y las altas temperaturas han terminado por convertirse en un incendio de grandes magnitudes que ya afecta a varios locales comerciales, viviendas y vehículos además de haber provocado incidencias en la red de transportes y en el suministro eléctrico de la ciudad. Ya han tenido que ser evacuados tres suburbios de la capital.
Por el momento, no se han informado de víctimas mortales aunque los medios locales afirman que la policía ateniense recibió llamadas de varios ciudadanos que se habían quedado encerrados en los edificios mientras el fuego se acercaba más hacia las zonas residenciales. También habría varios bomberos atrapados entre las llamas mientras trataban de ayudar a que las personas saliesen cuanto antes de sus vehículos.
Labores de extinción se complican por el viento
El incendio se ha originado cerca de la antigua residencia de verano de la familia real, el palacio de Tatoi en Atenas. Conforme se fue aproximando a la zona residencial, Protección Civil fue evacuando a los vecinos de las zonas cercanas. Un campamento infantil del que disfrutaban 80 niños y la Villa Olímpica construida para los Juegos de Atenas en 2004, también han tenido que ser evacuados.
En cuanto a las personas que se encontraban en la primera zona residencial afectada, la Policía ha informado que cada una de las 14 personas que se encontraban allí cuando se originó el fuego, fueron evacuadas de manera segura y se encuentran fuera de peligro.
Los equipos de protección a cargo han asegurado que las labores de extinción se están viendo dificultadas porque, aunque los vientos de la zona no son excesivamente fuertes, sí cambian constantemente de dirección, lo que, además, está provocando varias pequeñas explosiones.
Se han trasladado unos 350 bomberos, 70 camiones del cuerpo, cinco helicópteros, cinco hidroaviones y, además, se están incorporando voluntarios para ayudar a frenar lo más rápido posible el incendio.