Pedro Castillo, nuevo presidente de Perú, no gobernará desde la Casa Pizarro para «romper con los símbolos coloniales»

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Pedro Castillo ha dado su primer discurso oficial como presidente de Perú. El mandatario peruano ha aprovechado su investidura para arremeter contra España, a pesar de la presencia del rey Felipe VI en la ceremonia.

Durante su intervención ha dejado claro que no gobernará desde la casa de Pizarro, el conquistador español. El hasta ahora palacio presidencial será cedido al Ministerio de Cultura para que sea utilizado como museo. Castillo ha asegurado que quiere romper con los símbolos coloniales «para acabar con las ataduras de la dominación».

Pedro Castillo jura como nuevo presidente de Perú

Ante el rey de España y el ministro de Exteriores ha dicho: «Durante cuatro milenios y medio, nuestros antepasados encontraron maneras de resolver sus problemas y de convivir en armonía con la rica naturaleza que la providencia les ofrecía». Y esto «fue así hasta que llegaron los hombres de Castilla, que con la ayuda de múltiples ‘felipillos’ y aprovechando un momento de caos y desunión, lograron conquistar al estado que hasta ese momento dominaba gran parte de los Andes centrales».

También ha recordado que en «los tres siglos en los que este territorio perteneció a la corona española le permitieron explotar los minerales que sostuvieron el desarrollo de Europa, en gran parte con la mano de obra de los abuelos de muchos de nosotros».

Gobierno del pueblo y para el pueblo

Castillo ha insistido en que el objetivo del nuevo Gobierno es «que la economía mantenga orden, que se acaben los abusos de los monopolios, de los consorcios y de las entidades financieras». También ha remarcado que se trata del primer presidente que pertenece «a los sectores oprimidos por tantos siglos» por eso el suyo será «un gobierno del pueblo y para el pueblo».

Con solo el 16% de la población vacunada contra la COVID-19 y siendo uno de los países con mayor índice de fallecidos en el mundo a causa de la enfermedad, la lucha contra la pandemia será otra de sus prioridades más inmediatas.