Todo ha ocurrido en la prefectura de Osaka, donde la delegación de Uganda tiene su alojamiento e instalaciones de entrenamiento previas a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Y es que Julius Ssekitoleko no se ha presentado a la entrega del test diario de saliva frente al coronavirus, momento en que han saltado las alarmas en la delegación africana.
«A las 12:20 llamamos a la Policía y los funcionarios disponibles han ido a buscarlo, pero sigue desaparecido», detalló por teléfono el encargado de asuntos de olímpicos del ayuntamiento de Osaka.
El problema es que Julius Ssekitoleko era uno de nueve atletas del equipo olímpico de Uganda que fue puesto en cuarantena tras detectarse dos positivos de coronavirus a su llegada a Japón el pasado 19 de junio. Esta es la razón por la que las autoridades japonesas han acgtivado la luz de emergencia para lograr encontrar al levantador de pesas de Uganda.
Julius Ssekitoleko aún seguía sometiéndose a los test de coronavirus pese a que los últimos habían sido todos negativos.
«El resultado de todos los test hasta ahora han sido negativos», ha explicado el funcionario encargado de dichas pruebas.
La estricta normativa impuesta por la organización de los JJOO de Tokio 2020 impide a los deportistas abandonar su habitaciones salvo para comer e ir a entrenar. De esta forma, Julius Ssekitoleko se enfrenta a un sanción y la posible decalificación de los Juegos Olímpicos.