El gran fichaje del FC Barcelona el pasado verano, Antoine Griezmann, saltó en el minuto 89 en el duelo crucial ante el Atlético de Madrid por seguir en la pelea por LaLiga… y con empate a 2 en el marcador.
El francés ha sido suplente en tres de los últimos encuentros del cuadro culé. Quique Setién, a pesar de defenderle en público, ha perdido la confianza en él y este martes prefirió apostar por un sistema 4-4-2 antes que poner a Griezmann como tercer punta en el tridente.
Griezmann no se encuentra en el Barcelona. Juega poco y cuando lo hace apenas participa en el fútbol de combinación que comanda Leo Messi. Sus constantes desmarques son ignorados por sus compañeros.
Una situación extraña para un futbolista que, al menos el año pasado, se encontraba entre los mejores del mundo. Ni Diego Pablo Simeone alcanza a entender su situación. Y para muestra su respuesta a la finalización del choque en el Camp Nou.
«Sin palabras». Esa fue la contestación del Cholo a una pregunta sobre Griezmann, que no tocó la pelota en los cuatro minutos en los que estuvo sobre el verde. El francés, olvidado en el cuadro culé.
Setién quiso justificar su decisión en sala de prensa. «Es verdad que en ese momento no es lógico sacarlo. Estaba la opción de no sacarlo, pero siempre piensas que al final un jugador así te puede hacer algo», explicó el técnico.
«Hablaré con él, pero no le voy a pedir disculpas. Entiendo perfectamente que se pueda sentir mal», detalló el cántabro, incluso cuestionado en su puesto tras un empate que podría acercar todavía más el título del Real Madrid.
El enfado se su hermano
Theo Griezmann, hermano del futbolista galo, reaccionó en Twitter a la salida al campo de Antoine en el minuto 89 con varios mensajes esclarecedores… que más tarde borró.
«Quiero llorar, en serio. Dos minutos…», escribió sobre el escaso protagonismo del campeón del mundo. Todo ello acompañado por otra publicación en la que sólo aparecieron tres puntos suspensivos.