Los científicos del Laboratorio Cold Spring Harbor (Estados Unidos) han encontrado evidencias de que el humo del tabaco estimula a los pulmones a producir más ACE2 (enzima convertidora de angiotensina 2), la proteína que el coronavirus utiliza para entrar en las células humanas.
Según señala el estudio, publicado en la revista ‘Developmental Cell’, este descubrimiento podría explicar por qué los fumadores parecen ser particularmente vulnerables a las infecciones más graves por coronavirus. El análisis también indica que el cambio es reversible, sugiriendo que dejar de fumar podría reducir el riesgo de un caso grave de covid.
Desde el inicio de la pandemia, los científicos y sanitarios han observado grandes diferencias en la forma en que las personas responden al coronavirus. La mayoría de los pacientes solo sufren un cuadro leve si es que lo experimentan, pero hay quienes requieren cuidados intensivos cuando el virus, a veces mortal, ataca.
El estudio señala que hay tres grupos que han resultado ser más propensos que otros a desarrollar una enfermedad grave a consecuencia del coronavirus: los hombres, los ancianos y los fumadores.
Los investigadores se centraron en analizar si los grupos vulnerables podrían compartir alguna característica clave relacionada con las proteínas humanas de las que depende el coronavirus para su infección. Lo primero que hicieron fue comparar la actividad de los genes en los pulmones a través de diferentes edades, entre los sexos, y entre fumadores y no fumadores.
«Cuando lo juntamos todo y empezamos a analizarlo, vimos que tanto los ratones que habían sido expuestos al humo en un laboratorio como los humanos que eran fumadores tenían un aumento significativo de la regulación del ACE2″, explican los autores.
Aunque no encontraron evidencia de que la edad o el sexo afecten los niveles de ACE2 en los pulmones, la influencia de la exposición al humo fue sorprendentemente fuerte.
También encontraron que los productores más prolíficos de ACE2 en las vías respiratorias son las células productoras de mucosidad llamadas células caliciformes. Se sabe que fumar aumenta la prevalencia de dichas células, un cambio que puede proteger las vías respiratorias de los agentes irritantes pero, al amplicar la cantidad de ACE2 en los pulmones, también puede aumentar la vulnerabilidad al coronavirus