Bélgica avisa de que no abrirá a toda la lista de inmediato y Alemania la hace extensible a Hong Kong
Los Veintisiete han completado este martes el proceso formal que da luz verde a la primera lista reducida de países a los que abrirán la frontera exterior de la Unión Europea a partir de mañana miércoles, 1 de julio, tras tres meses cerrada por el coronavirus; una lista formada por apenas 15 países con situación epidemiológica similar a la de los países de la UE y en la que aparecen Marruecos y China, pero no Estados Unidos, Rusia, Brasil o Cuba.
Esta relación de países que el bloque cree que no plantean un riesgo elevado para la propagación de la pandemia se revisará cada dos semanas para asegurar que está adaptada en todo momento a la situación sanitaria y se basará en criterios epidemiológicos, aunque también exigirá reciprocidad a algunos de los países a los que se abre, como es el caso de China en esta primera lista.
Los 15 primeros países cuyos residentes podrán empezar a viajar a partir de este miércoles a destinos europeos son Argelia, Australia, Canadá, Japón, Montenegro, Marruecos, Nueva Zelanda, Ruanda, Serbia, Corea del Sur, Tailandia, Túnez, Uruguay, Georgia y China.
Los embajadores de los Estados miembros lograron un principio de acuerdo el pasado viernes pero las consultas con las capitales durante el fin de semana y las dudas de algunos Estados miembro ha retrasado la conclusión del proceso hasta el último momento.
El acuerdo, que finalmente ha sido adoptado por mayoría cualificada, según han informado a Europa Press fuentes europeas, incluye varias declaraciones de Estados miembro que han querido matizar la apertura gradual prometida por el bloque desde hace semanas.
Así, Bélgica ha avisado de que no va a levantar de partida las restricciones a todos los países mencionados en la lista porque sus autoridades «aún tienen dudas» sobre la «claridad y fiabilidad» de los datos ofrecidos por alguno de ellos.
Eslovenia, por su parte, ha recalcado que los Estados miembro tienen derecho a aplicar «criterios más estrictos» de los consensuados si lo ve necesario tras evaluar los riesgos epidemiológicos del país de origen del viajero.
Finalmente, Alemania ha notificado que a partir de la recomendación y de la inclusión de China en el anejo de países autorizados pasa a considerar que el fin del veto se aplicará también a Hong Kong y Macao.
El requisito de reciprocidad solo se impone en esta lista a China, aunque hay otros que, como Marruecos, no abrirá su frontera en la misma fecha. En este sentido el documento con los criterios pide que la reciprocidad sea tenida en cuenta de «manera regular» pero que se aplique «caso por caso».
Además, los 27 precisan en el texto de compromiso que los residentes de Andorra, Mónaco, San Marino y el Vaticano deberán ser considerados como residentes de la Unión Europea en lo que se refiere al paso fronterizo.
Con esta primera lista no solo quedan fuera de la primera fase Estados Unidos, Rusia, Brasil o Argentina, cuya situación epidemiológica no da garantías, sino que la lista también excluye a la mayoría de los Balcanes occidentales pese a que la Comisión Europea pidió que se les incluyera, y tampoco aparecen otros países con niveles de infección similares a la UE, como Cuba, Uruguay, Costa Rica, Nicaragua o Venezuela.
CRITERIOS EPIDEMIOLÓGICOS
En cualquier caso, el compromiso de los Estados miembros es basarse en criterios «epidemiológicos claros» que permitan acotar la lista en función de cuestiones sanitarias y científicas y no como consecuencia de decisiones políticas, de modo que la frontera se empiece a abrir a países en donde el alcance de la pandemia se encuentre en «los niveles de la UE».
Por ello, la recomendación pide que los elementos para decidir qué países tienen carta blanca para entrar se basen en el número de infecciones por cada 100.000 habitantes durante los últimos catorce días, en la tendencia de nuevos casos durante el mismo periodo en los catorce días anteriores y la capacidad de esos países para trazar, contener y tratar posibles nuevos brotes.
Los Veintisiete, además, prevén una serie de excepciones para seguir permitiendo los viajes procedentes de los países vetados si se trata de circunstancias excepcionales, por ejemplo para permitir regresar a europeos o familiares de europeos atrapados en el exterior.
A estas excepciones, los Estados miembro también han sumado categorías sugeridas por Bruselas, como es el caso de los estudiantes o de los trabajadores de alta cualificación, y mantienen otras ya consolidadas como diplomáticos, refugiados y demandantes de asilo, viajeros en tránsito y trabajadores estacionales.
La recomendación, que insiste en la necesidad de coordinar entre los Estados miembro todos los pasos que afecten a la frontera exterior, por las consecuencias que pueda tener en el espacio sin fronteras Schengen, apunta también que cada país podrá introducir medidas de seguridad adicionales para los viajeros de las categorías exentas, en especial si el origen de su viaje es una región considerada de alto riesgo.