Múnich. Un gol de Leon Goretzka en el minuto 83 le dio un sufrido empate a Alemania (2-2) ante una heroica Hungría, lo que clasifica al conjunto Joachim Löw para los octavos de final, en los que se medirá a Inglaterra en un duelo tremendo e histórico en Wembley.
Durante muchos minutos del encuentro estuvo la selección germana eliminada. Sorprendida por el fulgor de los magiares rozó la tragedia, pero encontró finalmente el acierto del centrocampista del Bayern para seguir con vida en el torneo continental.
ARCOÍRIS. Los muniqueses desplegaron los colores arcoíris en diversos lugares de la ciudad y mostraron algunos banderines, no muchos, en las tribunas del estadio como muestra de solidaridad con el colectivo LGTB en Hungría.
El meta y capitán de la selección alemana, Manuel Neuer, volvió a usar el brazalete con los colores del arcoíris. Y un espontáneo portando la bandera arcoíris saltó al césped del Allianz Arena de Múnich en el inicio del partido, cuando sonaba el himno húngaro. Fue la forma de protestar del fútbol.