Universidad de Oxford han creado un algoritmo capaz de detectar con antelación el COVID y calcular los riesgos que tiene una persona de fallecer por coronavirus. La herramienta de inteligencia artificial también se utiliza para predecir las posibilidades que los pacientes tendrán de sufrir un infarto o un accidente cerebrovascular una vez han superado el virus: «Esta IA servirá para salvar vidas».
Una IA para salvar vidas
«La nueva tecnología de inteligencia artificial (IA) para buscar una inflamación elevada de los vasos sanguíneos puede calcular el riesgo de muerte de una persona por Covid-19. La tecnología podría usarse para adaptar su tratamiento y darles la mejor oportunidad de recuperación» ha comunicado la British Heart Foundation.
Cualquier innovación en el campo de la inteligencia artificial (IA) que sea capaz de mejorar la calidad de vida es bienvenida, aunque hay voces críticas que se oponen al desarrollo de la inteligencia artificial porque dicen, podría volverse en contra de la humanidad.
Los científicos de la Universidad de Oxford están usando estas herramientas de inteligencia artificial para calcular el riesgo de muerte de un paciente por COVID-19 y de las variantes asociadas al coronavirus mediante el escaneo en busca de una mayor inflamación de los vasos sanguíneos.
Pero ¿cómo esta IA salva las vidas de los pacientes con COVID? Los casos graves de COVID-19 se han asociado a una respuesta del sistema inmunológico que inunda el torrente sanguíneo con proteínas específicas llamadas citocinas que causan inflamación como respuesta al virus.
Con esta herramienta, los científicos de la Universidad de Oxford detectan la Covid-19 en las tomografías computarizadas de tórax. La tecnología detecta anomalías en la grasa que rodea los vasos sanguíneos para medir el nivel de inflamación causado por las citocinas en pacientes infectados por coronavirus.
Aquellos pacientes con una mayor inflamación de los vasos sanguíneos tenían hasta 8 veces más probabilidades de morir en el hospital debido al coronavirus. Sin embargo, este tipo de personas también respondían bien a los tratamientos con antinflamatorios, reduciendo en seis veces sus posibilidades de morir.