Ciencia: 4 animales que son prácticamente inmortales

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Hay algunas cosas de estas especies animales que pueden hacernos considerarlas como casi “inmortales”

Todos los seres vivos nacen, crecen, se reproducen y mueren. Pero, esperen: tal vez deberíamos hacer una corrección a esa idea.

Quizá pensemos que la parte de la reproducción no es obligatoria: ya sea por elección, como pasa con los seres humanos, o por algún defecto biológico que lo impide.

Entonces podríamos decir: todos los seres vivos nacen, crecen y mueren. Aunque aquí debemos detenernos otra vez.

La inmortalidad podría parecernos un concepto casi fantástico, pero resulta que existe algo llamado “inmortalidad biológica”

En este estado la senescencia, o envejecimiento celular, no avanza con la misma rapidez que la edad cronológica.

Así es: existen organismos para los que biológicamente, el tiempo se detiene.

Hydras

Este género de animales acuáticos, forma parte de los cnidarios, con los que comparte un asombroso poder de regeneración.

Estos pequeños invertebrados, que viven en arroyos y estanques de agua dulce, pueden regenerar partes de su cuerpo: cuando las cortas en dos partes, las hydras no mueren, en lugar de eso surgen dos organismos más pequeños pero completamente vivos.

Esto, sumado a que sus células no muestran señales de envejecimiento, hace que podamos considerarlas como seres prácticamente inmortales.

Medusas

Otras integrantes del grupo de los cnidarios, son las medusas de la especie Turritopsis dohrnii, que tienen la extraña capacidad de que pueden regresar a estados juveniles, una vez que son adultas.

Sucede que estas medusas son algo así como el Benjamin Button de los animales marinos.

Empiezan su vida como larvas diminutas, luego al crecer se establecen en colonias de pólipos fijos al lecho marino, de donde eventualmente se separan para seguir una vida libre como medusas adultas.

Pero cuando estas medusas están sometidas a estrés o enfermedades, su células pueden regresar a su etapa de pólipo. 

Dado que la Turritopsis dohrnii, puede repetir este proceso indefinidamente, es que a veces se le llama a esta especie como “medusas inmortales”.

Langostas

Aunque las langostas tienen una longevidad definida de alrededor de 50 años, sabemos que en realidad sus células envejecen muy poco.

Una indicación de su lenta senescencia, es que estos crustáceos marinos de la familia Nephropidae, no pierden fertilidad con la edad: incluso se ha encontrado que las langostas más viejas son más fértiles que las jóvenes.

Esto no quiere decir que no mueran: su proceso de crecimiento se da a través de muda de su exoesqueleto, lo que les requiere una gran cantidad de energía.

Por eso eventualmente estos invertebrados mueren, a una edad avanzada, pero más por agotamiento metabólico, que por envejecimiento celular.

Tardígrados

Como vemos con las langostas, tener inmortalidad biológica no necesariamente es sinónimo de vivir para siempre.

Ya sea por enfermedades, depredadores o condiciones no favorables, estos notables animales “inmortales”, pueden morir.

¿Qué hay entonces de otros seres vivos resistentes a condiciones extremas? 

Los ositos de agua o tardígrados, son un grupo de animales invertebrados, que son principalmente terrestres, aunque como todos los seres vivos necesitan agua para sobrevivir: excepto por supuesto cuando no la necesitan.

Cuando las cosas no van bien, estos animales microscópicos pueden entrar en un estado de criptobiosis: en el que se deshidratan y permanecen en suspensión.

Así los tardígrados pueden pasar días, meses o años, sin “morir”, pero sin funciones metabólicas o de reproducción. Esto así que puedan extender su vida casi indefinidamente.

Sin embargo eso no quiere decir que nunca mueran, finalmente como dijo el biólogo chileno Humberto Maturana, la muerte forma parte de la definición de la vida, pues: “los seres vivos mueren, son entes discretos que ocurren, y su ocurrir puede dejar de pasar”.