El desayuno para la cena y la cena para el desayuno. No es un trabalenguas, es lo que recomiendan.
Empiezo la dieta el lunes: dicen millones de personas mientras lanzan el primer mordisco a una suculenta pizza o hamburguesa, durante el sábado en la noche. Para algunos puede tratarse de unos “kilitos” de sobra o apretar un poco el pantalón. Sin embargo, hay quienes enfrentan serios problemas de salud, con enfermedades cardíacas. Por lo tanto, es obligatorio que den el primer paso. Y aunque resulte muy difícil, un reciente estudio señala que cambiar un simple habito en el desayuno y la cena, será beneficioso para evitar dichas afecciones.
Las enfermedades cardíacas, por lo general, están relacionadas a varios factores en común. Además de tratarse de algo hereditario, se puede desarrollar con obesidad. De igual forma, esto se genera con una mala alimentación con dietas basadas en grasas saturadas y ricas en carbohidratos.
Después que aparece la costumbre de este tipo de alimentación, es complejo cambiarla. Entonces ¿de qué manera puede hacer una persona, para dar los primeros pasos? Un estudio de la Universidad Médica de Harbin en China, que detalla que un simple hábito en el desayuno y la cena puede cambiar todo para mejor.
Desayuno para cena y viceversa
Muchas personas eligen cereales o carbohidratos integrales, acompañados de frutas, para el desayuno. Mientras que, en el caso de la cena, la elección es parecida a la de los almuerzos, con presencia de carnes rojas o grasas saturadas.
Entonces, según el estudio, intercambiar este hábito reduce en un 10% el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas. Siempre, lo recomendable es ir hacia un profesional de la nutrición y que este realice una dieta personalizada para las necesidades que requiera el cuerpo. Pero al menos, esta sería una buena manera de comenzar.
El horario de las comidas junto con la calidad de los alimentos son factores importantes a considerar cuando se buscan formas de reducir el riesgo de enfermedad cardíaca. Nuestro estudio encontró que las personas que comen una cena a base de plantas con más carbohidratos integrales y grasas insaturadas redujeron su riesgo de enfermedad cardíaca en diez por ciento.
Siempre se recomienda llevar una dieta saludable, especialmente para aquellos con alto riesgo de enfermedad cardíaca, pero descubrimos que comer carne y carbohidratos refinados para el desayuno en lugar de la cena se asoció con un riesgo menor.