El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha defendido que es de «razonable coherencia» que el reparto de 6.000 millones de euros, una parte del fondo de 16.000 millones del Estado, entre las comunidades autónomas, se haga en función del impacto directo del COVID-19.
En una entrevista en Antena 3, García-Page ha dicho que es «paradójico que haya presidentes que vienen presumiendo de no tener casi contagios en los últimos meses» y ahora digan que ese dinero, que es para sufragar el gasto objetivo que ha tenido el virus, como gasto en pacientes o en UCI, se reparta en función de la población.
El presidente regional ha valorado que haya 6.000 millones de euros que se van a repartir según lo datos de impacto del virus a 30 de abril.
Otro bloque del fondo, ha recordado, será para mantener servicios que se pongan en marcha para prevenir rebrotes y mantener la situación hasta que haya vacuna, otros mil millones para ayudas sociales y, ha añadido, otros 5.000 millones que se repartirán según la caída de ingresos, para reactivar la actividad económica.
Sobre el paso a la fase 1 de la desescalada, ha reconocido que se trata de un paso necesario para llegar a lo importante que será ya la fase 2 y la 3, a las que hay que llegar con «razonable seguridad» evitando el contagio.
Para evitar el contagio, García-Page ha dicho que habrá que tener un debate importante del control de la movilidad, tanto entre provincias como apertura de fronteras.
El presidente castellano-manchego, que ha destacado que hoy en la región se han reportado cinco fallecimientos en las últimas 24 horas y ningún ingreso en UCI, ha incidido en la importancia de evitar los contagios, para lo cual hay que potenciar la prevención, y esa mentalidad de prevención se fortalece no bajando la guardia, manteniendo la distancia física, con el lavado de manos y usando mascarilla en espacios cerrados.
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