Nada de «entre la semana 37 y la 40». Día y mes, concreto.
Toda mujer con hijos conoce que durante las últimas semanas del embarazo se viven momentos de desespero. La ansiedad por traer un ser humano al mundo y nueve meses llevando vida en el vientre hacen que el momento final se haga eterno. A eso hay que sumarle que no hay una precisión de cuando finalmente ocurrirá el hecho. Entonces, mujeres embarazadas junto a papá, por lo general, preparan una pequeña mochila con una almohada para estar atentos al momento.
Sin embargo, un nuevo análisis de sangre podría eliminar del todo esta escena que vemos repetidamente en las películas o series. Esto, debido a que gracias a los resultados que genera un examen, las embarazadas podrían saber el día exacto en el que van a dar a luz. Imaginen lo mucho que eso significaría para quienes atraviesan este proceso.
En promedio, las mujeres embarazadas dan a luz en la semana 40. Por lo tanto, los médicos obstetras establecen un tiempo determinado que se ubica entre la semana 37 y 42. Hasta ahora no es una ciencia exacta, se puede extender un poco más o en muchos casos se adelanta, y se termina dando lo que conocemos como bebés sietemesinos (nacieron a los 7 meses de gestación).
Este nuevo análisis tiene algunos aspectos, características y condicionantes que hay que tomar en cuenta. En primer lugar, dicen que en un futuro ganará muchísima más precisión. En segundo lugar, el diagnóstico o predicción se puede comenzar a observar de dos a cinco semanas antes del parto. Explican que durante estos periodos el cuerpo comienza a registrar cambios hormonales que envían señales.
Cambios en las mujeres embarazadas
Cita el estudio de la unidad de obstetricia y ginecología en la Universidad de Stanford en EE. UU, que el cuerpo de las mujeres embarazadas comienza a hablar. Es decir, en principio registra un aumento de las hormonas y una reducción en la formación de células sanguíneas. Esta última se exterioriza debido a que la placenta se prepara para desprenderse del útero. Asimismo, otras células inmunitarias y proteínas comienzan a interactuar en mayor o menor medida.
Se hicieron hasta ahora 63 pruebas preliminares en mujeres embarazadas. Y hasta la fecha solo se pudo predecir el trabajo de parto unos 17 días antes de dar a luz. Sin embargo, a través de experimentos más grandes, destacan que se va a lograr conocer la información unas semanas antes de lo que han logrado hasta ahora.
Obstetras y ginecólogas de Stanford
Dice Virginia Winn coautora del estudio y profesora asociada de obstetricia y ginecología en la Universidad de Stanford en EE. UU, que “el cuerpo y la fisiología de la madre comienzan a cambiar unas tres semanas antes del inicio real del trabajo de parto. No es un solo cambio, existe esta preparación por la que el cuerpo tiene que pasar”.
“Este análisis de sangre evitaría la necesidad de exámenes cervicales invasivos para predecir el trabajo de parto, que a menudo se utilizan cerca del nacimiento, y también puede ayudar a predecir el parto prematuro”, añadió Andrew Shennan, profesor de obstetricia en el King’s College de Londres. Este último no participó en el estudio.