El laureado club conquense se adapta al nuevo formato de las competiciones ‘online’ debido a las restricciones sanitarias y de aforo por la pandemia.
En el interior del gimnasio, un grupo reducido de alumnos sigue las indicaciones de su maestro, el conquense Jorge Marcos. Las indicaciones van desde la ejecución de las distintas figuras de las modalidades del Wu Shu, a pequeños incisos sobre las posturas. “La posición del talón, las manos, el equilibrio, todo es importante para una correcta ejecución”, explica el experimentado luchador. Una imagen en la que las mascarillas no faltan en ningún momento. “Es una regla más que se cumple en todo momento. Si algún chico o chica se ve cansado, puede salir y tomar el aire, pero desde que la reapertura de los gimnasios nos permitió volver a entrenar, hemos sido muy estrictos con las normativas de prevención”.
Y es que estas normativas han cambiado por completo la forma de este club conquense que acumulaba medallas a decenas en cada concentración o evento que venía celebrándose de este arte marcial. Las grandes instalaciones ocupadas por tatamis, alumnos y jueces que sumaban varios centenares de personas han dado lugar a los torneos ‘online’. “Se pueden hacer torneos presenciales, pero son económicamente inviables, ya que cada competidor debe presentar un PCR negativo. Esto se ha notado a nivel de licencias, que si bien se ha mantenido en nuestro caso, se ha reducido en otros deportes como el judo, y eso afecta negativamente a la hora de crecer como deporte, porque si las federaciones ya de por sí defienden intereses de deportes minoritarios, con menos deportistas es aún más difícil”, argumenta Jorge.
De esta forma, la alternativa son competiciones donde los clubes envían vídeos de sus alumnos que son evaluados por jueces de manera telemática, para posteriormente adjudicar puntuaciones. “Es una manera de mantener a los chicos con esa ilusión por seguir mejorando”. Si bien el lado negativo de este formato es que los alumnos “no sienten esa presión de saber que tienen un solo intento y que deben hacerlo lo mejor posible, esos nervios de la competición, pues al final es grabarte un ejercicio y, si no te sale a la primera, puedes volver a repetirlo”.
ESPACIOS Y RESTRICCIONES
Por si esto fuera poco, el club, al estar ligado a un gimnasio como espacio de entrenamiento, depende del cierre o apertura de estos espacios por la Consejería de Sanidad, y es que pese a que mientras han estado cerrados, desde el club se han mantenido dando clases online para no perder la práctica.
Es por lo que, en toda esta tormenta de restricciones y contratiempos, el club centra su esfuerzos más en el ámbito de formación que el competitivo: “Vamos a examinar a varios chicos para el cinturón negro próximamente y hacer hincapié en el desarrollo de los alumnos, esperando que, a finales de año, la situación sea propicia para participar presencialmente en el Campeonato de España o algún que otro evento internacional, pero dependemos de cómo evolucione la pandemia”. Con ello, el club Lao Jia espera seguir creciendo tanto en número de alumnos como en el ámbito competitivo, donde es uno de los grandes referentes a nivel nacional.
Además de los distintos torneos en los que participa por toda España, Portugal y Andorra, el club Lao Jia Wu Shu también es reconocido por celebrar su torneo propio. Un evento que, ajustándose a las medidas actuales, ha celebrado su cuarta edición en formato online. “A nivel de participación, los números no han sido malos”, explica Jorge Marcos. El evento ha contado con la participación de unos 65 especialistas y más de un centenar de pruebas filmadas. “Lo bueno es que hemos tenido participación de Galicia, Portugal, Valencia, etc. pero sí es cierto que el gran hándicap de los clubes es que dependen de los gimnasios, y según las normas de cada comunidad, hay algunos que han empezado a abrirse recientemente, es por ello que estamos contentos del esfuerzo que está haciendo esta comunidad para no dejarse vencer por la pandemia”. Así, Jorge espera que el próximo año, Cuenca pueda albergar cientos de participantes en una competición como la de 2019, que avive la pasión por las artes marciales en la ciudad.