El Gobierno del presidente de EE UU, Joe Biden, anunció este miércoles la reanudación de la ayuda humanitaria, económica y de desarrollo para los palestinos, después de que se frenara durante la anterior Administración de Donald Trump (2017-2021).
El secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, informó, además, en un comunicado de la reactivación del respaldo estadounidense a los programas de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) no solo en Gaza y Cisjordania, sino también en países donde atiende a desplazados como Líbano, Jordania y Siria.
En concreto, el Ejecutivo estadounidense destinará 150 millones de dólares en ayuda humanitaria para la UNRWA; 75 millones de dólares para asistencia a Gaza y Cisjordania; y 10 millones para programas de consolidación de la paz, que canalizará a través de su Agencia para Desarrollo Internacional (USAID).
Blinken detalló que todos estos fondos son adicionales a los 15 millones de dólares que la Administración de Biden anunció en febrero para respaldar a los palestinos durante la pandemia de covid-19 y afrontar la inseguridad alimentaria en la zona.
«EE.UU. está profundamente comprometido para garantizar que nuestra colaboración con la UNRWA promueve la neutralidad, la rendición de cuentas y la transparencia», dijo Blinken.
El conflicto palestino-israelí
El titular de Exteriores remarcó que la ayuda exterior que su país va a destinar a los palestinos «sirve los importantes intereses y valores de EE UU».
«Proporciona un alivio vital para los más necesitados, fomenta el desarrollo económico y apoya el entendimiento entre israelíes y palestinos, la coordinación de seguridad y la estabilidad», enumeró.
Blinken instó, además, a avanzar hacia una salida para el conflicto palestino-israelí basada en la solución de dos Estados.
Ese enfoque del Ejecutivo de Biden contrasta con el de Trump, que centró su estrategia para Oriente Medio en medidas y propuestas rechazadas frontalmente por las autoridades palestinas, y que incluyó históricos acuerdos entre países árabes e Israel, que han cambiado el paradigma regional del conflicto.
Las decisiones del anterior Gobierno de EE UU llevaron a la Autoridad Palestina a romper relaciones con Washington, sobre todo a raíz del reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel en contra del consenso internacional.
El Ejecutivo de Biden ya ha dejado claro en numerosas ocasiones que quiere reparar esas relaciones y que apuesta por una solución de dos Estados, en línea con lo que defiende la mayoría de la comunidad internacional.