Un hombre de Virginia de 74 años ha sufrido una reacción muy poco común a la vacuna de una dosis de Johnson & Johnson. Lo que comenzó como una leve «molestia» debajo del brazo de Richard Terrell cuatro días después de su vacunación, se convirtió rápidamente en un gran malestar en la piel, que le picaba continuamente y le provocó importantes escozores.
«Todo sucedió muy rápido. Mi piel se despegó», declaró Terrell. Tras ver que su aspecto empeoraba con el paso de los días, buscó la ayuda de un dermatólogo y el médico lo envió a una sala de emergencias. Allí, los sanitarios dictaminaron que la condición de la piel de Terrell era un efecto secundario extremadamente raro de la vacuna, causado por la activación frenética de su sistema inmunológico.
La reacción del paciente se informó a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y, después de cinco días en el hospital, se recuperó y pudo irse a casa. Sin embargo, y a pesar de la angustiosa reacción, Terrell no se arrepiente de su vacunación y anima a todos a recibir la suya.
Así, el término oficial utilizado por dermatólogos y alergólogos para describir este efecto secundario es «hipersensibilidad cutánea retardada», porque generalmente ocurre días después de la aplicación de la inyección, según informa DailyMail.
La erupción suele ser roja e inflamada, en ocasiones es dolorosa al tacto, y siempre aparece en el brazo en el que se administró la vacuna. Estas reacciones también se han encontrado en personas que han recibido vacunas contra el tétanos, la vacuna contra la varicela y la vacuna MMR (sarampión, paperas, rubéola).
Pero la reacción de Terrell fue más allá de una leve irritación pasajera. Sus piernas y manos se hincharon en exceso y pasaron a un profundo y doloroso color púrpura. «Sentía escozor y ardor», le dijo Terrell. «Siempre que doblaba los brazos o las piernas, como el interior de la rodilla, me dolía mucho la piel inflamada y frotándose».
«Descartamos todas las infecciones virales, descartamos el propio Covid-19, nos aseguramos de que sus riñones e hígado estuvieran bien, y finalmente llegamos a la conclusión de que era la vacuna que había recibido la causa» declaró el Dr. Fnu Nutan, quien trató a Terrell.
En cinco días, el paciente se recuperó y fue enviado a casa, aunque dice que todavía está débil y recuperando sus fuerzas. Aún así, tanto él como el Dr. Nutan dicen que la inyección vale la pena. «Si se analiza el riesgo de reacciones adversas a la vacuna, es realmente bajo», dijo el Dr. Nutan. «No ha habido una gran preocupación en absoluto. Soy un gran defensor de la vacuna», concluyó Terrell.