El fallecimiento de Miguelina Elói Assis dos Santos, madre de Ronaldinho Gaúcho, dejó muy mermado anímicamente al exfutbolista brasileño, que durante su vida contó con su progenitora como un apoyo firme en malos y buenos momentos.
«Mi madre fue una inspiración de fuerza y alegría para todos los que la conocieron y continuará ejerciendo su luz en nuestras vidas para siempre. Con la fuerza que ella nos enseñó, continuaremos nuestro viaje», escribió el ’10’ tras confirmarse la muerte de su madre a los 71 años después de no superar el coronavirus.
Este fin de semana se cumple un mes de su fallecimiento y, tal y como ha expresado una persona de su entorno más cercano, la ausencia de Miguelina ha sumido a Ronaldinho en un pozo de alcohol y malas compañías.
«Todos los días en una fiesta. Ronaldinho comienza a beber por la mañana vodka, whisky, ginebra… y solo deja de tomar a la mañana siguiente», apunta el individuo, que no ha querido dar a conocer su identidad.
«No es de ahora, pero notamos que se hizo más intenso después de la muerte de su madre», añade.
Tras sus problemas con la Justicia paraguaya por su detención con pasaportes falsos, el exjugador de Barça o PSG se trasladó a Porto Alegre, donde tiene todo lo que (no) necesita.
«Vive en una fortaleza con todo lo que necesita. Tiene un corazón inmenso y se esfuerza por ser generoso con sus amigos, pero no todos son reales y no ven que se está haciendo mucho daño a sí mismo«, apunta la persona de su entorno, que señala directamente a algunos ‘amigos’ del brasileño que no velan por su salud.