Las calles de Atenas se han convertido esta noche en un campo de batalla tras una protesta multitudinaria contra la violencia policial que acabó dejando imágenes de violencia extrema entre manifestantes y fuerzas de seguridad con un saldo de varias personas heridas.
Más de 5.000 griegos marcharon hasta la comisaría de policía del suburbio de Nea Smyrni en Atenas para denunciar reincidentes agresiones policiales vividas en los últimos días.
Con lemas como ‘me duele’, ‘la pandemia no se termina con represión’ o ‘fuera policías de nuestros barrios’ los griegos iniciaron una marcha que comenzó siendo pacífica, pero se complicó cuando a la manifestación se unieron 800 ultras que acabaron haciendo de la protesta un acto de violencia por ambas partes después de que algunos manifestantes comenzaran a quemar contenedores y lanzar cócteles molotov contra la comisaría.
A los altercados de algunos manifestantes, los agentes contestaron con gases lacrimógenos, granadas aturdidoras, cañones de agua y con la detención de al menos 10 personas.
Medios locales griegos informan de un agente gravemente herido, al parecer después de haber sido golpeado en repetidas ocasiones al encontrarse solo. También medios de allí reportan de un fotoperiodista y otros tres policías heridos leves.
Origen de los disturbios en Grecia
El cabreo de los manifestantes en Grecia tiene su origen el pasado domingo cuando varios agentes habrían multado sin motivo aparente a dos familias con niños mientras paseaban. Se les acusó de incumplir las restricciones frente al coronavirus aunque llevaban mascarilla y habían enviado el mensaje de texto obligatorio para avisar del desplazamiento.
Algunos vecinos que vieron lo que estaba ocurriendo protestaron y los agentes les agredieron con porras. Uno de los vídeos tomados por personas que presenciaron el ataque muestra a un agente utilizando una porra plegable metálica, prohibida en Grecia.