El Gobierno de Castilla-La Mancha mantiene abierto desde hace unos días el plazo de admisión de solitudes para la prestación de los Servicios de Promoción de la Autonomía Personal (SEPAP-MejoraT) que beneficia a 1.320 dependientes ciudadrealeños.
El programa SEPAP-MejoraT se enmarca dentro de las iniciativas de atención y prevención de las situaciones de dependencia y ampara a 5.900 personas en la región, en torno a 4.400 en la modalidad de tratamientos de psicología, terapia ocupacional, fisioterapia y logopedia y otras 1.500 en la de prevención para personas mayores con enfermedades neurodegenerativas.
En la provincia de Ciudad Real estos tratamientos llegan a 73 municipios a través de veinticinco equipos interdisciplinares. En 26 localidades disponen de servicios de carácter fijo y en las otras 47 están a cargo de equipos itinerantes.
Castilla-La Mancha fue pionera en 2016 al implantar este servicio, totalmente gratuito para los beneficiarios, y es la única Comunidad Autónoma que lo presta de forma integral, de forma totalmente independiente de la atención que puedan proporcionar otros recursos como centros de día o residencias.
Durante la pandemia el Gobierno regional ha mantenido los SEPAP-MejoraT rediseñando el servicio para adaptarlo a la nueva realidad con el objetivo de detectar necesidades de personas vulnerables y frágiles, la mejora emocional y el acompañamiento psicológico, así como el conocimiento del estado de salud de los usuarios.
La delegada de la Junta de Comunidades en Ciudad Real, Carmen Teresa Olmedo, ha señalado la importancia de este programa para favorecer la autonomía personal de nuestros mayores y ralentizar el progreso de las enfermedades neurodegenerativas y ha subrayado que en cinco años el Gobierno de Castilla-La Mancha ha cuadruplicado su aportación a este programa asistencial, que nació en 2016 con un presupuesto de 1,4 millones de euros en 2016 y que este año cuenta con una partida de 5,8 millones.
Así, el Gobierno regional ha mantenido los SEPAP-MejoraT durante la pandemia, realizando un nuevo diseño del servicio para adaptarlo a la nueva realidad con el objetivo de detectar necesidades de personas vulnerables y frágiles, la mejora emocional y el acompañamiento psicológico, así como el conocimiento del estado de salud de los usuarios.