Donald Trump: los duros reveses sufridos por el presidente de EE.UU. y cómo lo ponen en el punto más bajo de su mandato

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Las chances de reelección del presidente de Estados Unidos se complican ante una lista creciente de adversidades, incluidas dos decisiones de la Corte Suprema esta misma semana.

No importa cómo se la mire: esta ha sido una semana de duros reveses para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El mandatario que había prometido acabar con un programa que protege a casi 700.000 jóvenes indocumentados de la deportación, se vio impedido de hacerlo de inmediato por un fallo de la Corte Suprema de Justicia el jueves.

El líder conservador que sugería haber transformado la Corte Suprema al designar a dos de sus jueces, descubrió que uno de ellos redactó un fallo mayoritario e histórico contra la discriminación de trabajadores homosexuales y transgénero el lunes.

El gobernante que prometía poner a «América primero» vio salir a luz esta semana el contenido de un libro de su exconsejero de Seguridad Nacional, John Bolton, que lo acusa de manejar negociaciones comerciales para su propio beneficio político y hacer «favores personales a dictadores que le agradan».

El hombre que suele mostrarse como un empresario exitoso será protagonista de otro libro próximo, escrito por su sobrina, sobre cómo su familia «creó al hombre más peligroso del mundo», según anunció la editorial Simon & Schuster el lunes.

Sin embargo, una semana así está lejos de ser algo excepcional para Trump.

Desde que la pandemia de coronavirus y la crisis económica golpearon a EE.UU., y en particular tras la reciente ola de protestas contra el racismo y la violencia policial, el presidente acumula una serie de traspiés que parece haber descarrilado su gobierno y complicado sus chances de reelección en noviembre.

«No hay dudas de que sus posibilidades de ser reelecto han estado disminuyendo desde hace cerca de seis semanas (y) que si las elecciones se celebraran mañana, el presidente perdería feo», dice William Galston, un experto en política estadounidense de la Institución Brookings, a BBC Mundo.

Y eso se refleja en las encuestas: los números dan cada vez más ventaja a Joe Biden, su rival en las elecciones del 3 de noviembre.

El 17 de junio el último sondeo de Reuters/Ipsos le daba a Biden 13 puntos de ventaja, el mayor margen de lo que va de año.

Un 57% desaprueba la labor de Trump, mientras que sólo el 38% la aprueba, el peor resultado del presidente desde noviembre, según el mismo sondeo, que coincide con otros de medios estadounidenses.

Contrataque

Como ha hecho otras veces, Trump procuró minimizar el impacto de los golpes que recibió en estos días, presentándolos como pruebas de sus aciertos.

A Bolton lo definió en Twitter como un «incompetente» a quien él mismo supo echar de la Casa Blanca en septiembre, aunque el exasesor ha dicho que renunció.

Trump también sostuvo que el libro de Bolton está hecho de «mentiras» e «historias falsas», sin explicar cuáles son o por qué el gobierno ha buscado impedir su publicación con el argumento de que contiene información clasificada.

Respecto a los fallos de la Corte Suprema, Trump sugirió el jueves que subrayan la necesidad de seguir nombrando jueces conservadores para defender causas como la «libertad religiosa» o el derecho a poseer y portar armas de fuego.

El presidente suele exhibir como uno de sus logros (y una prueba de fidelidad con sus votantes religiosos conservadores) la cantidad de jueces federales que logró confirmar durante su mandato.

Pero las últimas decisiones del máximo tribunal estadounidense parecieron sorprenderlo.

«¿Tienen la impresión de que no le gusto a la Corte Suprema?», tuiteó Trump el jueves tras el fallo que mantuvo un programa conocido por sus siglas de DACA y fue creado por el expresidente Barack Obama para proteger de la deportación a inmigrantes que llegaron a EE.UU. siendo niños y sin papeles.

Quizá aún más dañino para Trump fue el rechazo que causó en comandantes militares activos y retirados por amenazar con enviar tropas a reprimir las revueltas contra el racismo o posar para una foto frente a una iglesia después que su gobierno despejara a la fuerza una manifestación pacífica en el lugar.

«Es el primer presidente en mi vida que no intenta unir al pueblo estadounidense, ni siquiera lo intenta», dijo sobre Trump su exsecretario de Defensa, el general Jim Mattis, a quien luego el presidente también atacó.

«Ningún tipo de estrategia»

Lynn Ross, una profesora de gobierno en la Universidad de Georgetown que en el pasado trabajó en la Oficina Ejecutiva de la presidencia, sostiene que los hechos recientes subrayan «la importancia del Estado de derecho en este país».

A su juicio, cabe preguntarse cómo Trump podría ser reelecto en las actuales circunstancias y tras su respuesta errática a la crisis sanitaria, con EE.UU. sumando un cuarto de los casos confirmados de covid-19 en todo el mundo aunque solo posee 4% de la población global.

Trump sostuvo el miércoles que el virus «se está disipando», pese a que la tasa de contagio en EE.UU. sube de nuevo, con 10 estados que batieron récords de casos esta semana y 23 que registraron incrementos.

Cerca de 800 estadounidenses mueren diariamente por covid-19.

«En una presidencia como esta, sin ningún tipo de estrategia o dirección fundamental, cuando algo como una pandemia golpea, resalta la naturaleza caótica del gobierno», dice Ross a BBC Mundo.

¿Podrá recuperarse?

Para buscar reencauzar su campaña, Trump ha querido retomar el contacto con sus seguidores y prevé celebrar un acto público en Tulsa, Oklahoma, el sábado.

Pero incluso esta idea ha estado salpicada de polémica.

La historia de Tulsa está marcada por una masacre racial de blancos contra negros en 1921 y la fecha inicialmente escogida para el acto de Trump coincidía con el 19 de junio, fecha en la que se conmemora el fin de la esclavitud en EE.UU.

El presidente dijo primero que su acto sería una «celebración», aunque luego lo postergó un día.

Además, Oklahoma es uno de los estados que registran casos récord de covid-19 y funcionarios de salud de Tulsa han expresado preocupación porque el acto del presidente sirva como «esparcidor» del virus.

Si bien la Casa Blanca anunció que los asistentes recibirán máscaras, su uso será voluntario.

Está por verse si retomar ese tipo de actos logrará inyectar energía a la campaña de Trump.

Los promedios de encuestas señalan que el presunto candidato demócrata, el exvicepresidente Biden, ha extendido su ventaja sobre Trump.

Pero lograr la reelección «no es imposible» para Trump aunque su carrera sea cuesta arriba, advierte Galston, quien en los años 90 asesoró en política doméstica al entonces presidente Bill Clinton.

Según Galston, para lograr un nuevo mandato Trump tendría que ser más efectivo en desacreditar a Biden.

«No creo que el presidente Trump pueda ganar la reelección simplemente por su historial», señala. «Tendrá que transformar la carrera actual, que es un referéndum sobre su gestión, en una elección binaria entre él y Joe Biden».