Vivir cerca del volcán Etna tiene sus riegos. Se trata del volcán más activo de Europa, con erupciones periódicas que hacen tener la guardia siempre alta ante este coloso de la Naturaleza.
Miguel Ángel, portero del Catania, vive a 30 kilómetros del Etna. Y es que Catania se encuentra muy próxima a este activo volcán, que entró en erupción este martes, levantando una columna de humo de más de un kilómetro que obligó a cerrar el aeropuerto de Catania.
«Me pego un susto importante porque estaba en el coche y escuché la erupción. Me pillo llegando a casa. Lo primero que hice fue ponerme a hacer fotos», explica Miguel Ángel.
«Aquí la gente está muy acostumbrada a este tipo de erupciones»
«La erupción despidió piedras y fue un poco incómodo, pero aquí la gente está muy acostumbrada a este tipo de erupciones, aunque una como esta no se producía desde hace bastante tiempo», reconoce el portero español del Catania.
Miguel Ángel es desde hace cuatro temporadas el guardameta del Catania, equipo de la serie C italiana, el equivalente aquí a la segunda división B. Su casa está a 30 kilómetros del Etna.
En Sicilia la población está acostumbrada a las erupciones del Etna. Antes de la erupción del pasado martes, el volcán ya se volvió a despertar hace un mes. Y es que el Etna registró 66 erupciones entre enero y agosto de 2000; y 50, entre 2011 y 2013.
«Yo he terminado con dolor de cabeza, ya que respiras ceniza continuamente«, admite Miguel Ángel.
La erupción del pasado martes provocó una enorme columna de lava y cenizas de más de un kilómetro, visible desde varios kilómetros a la redonda.