La hostelería podrá volver a abrir sus puertas a partir de este viernes después de que el Consejo de Gobierno extraordinario, reunido este jueves, haya aprobado flexibilizar las restricciones en la comunidad autónoma, que ha logrado reducir a la mitad la incidencia acumulada a 14 días en las últimas dos semanas, que ha pasado de 1.269 casos por cada 100.000 habitantes a 644.
Además, el índice reproductivo –la capacidad de contagiar de cada positivo por Covid– es en Castilla-La Mancha de 0,70, frente a 1,20 antes de endurecer las restricciones. De hecho, es la segunda Comunidad Autónoma que más baja tras Baleares.
Castilla-La Mancha pasa de nivel 3 reforzado a nivel 3 ‘modulado’, exceptuando tres municipios de la provincia de Toledo.
Se mantiene el toque de queda a las 22 horas, los grupos máximos en seis personas y se suprime el confinamiento perimetral por municipios, solo se mantiene el confinamiento regional. Es decir, continuamos sin poder salir de la región salvo causa justificada.
La hostelería podrá abrir el interior de bares y establecimientos, cumpliendo un tercio de su aforo, pero no se permite el consumo en barra; y las terrazas al 50 por ciento de su aforo. En ningún caso se permite estar de pie, todos los clientes deben estar sentados, manteniendo las medidas de higiene sanitarias y la distancia de seguridad.
El cierre de los establecimientos hosteleros se producirá a las 21 horas, una hora antes del toque de queda.