Galicia ha alcanzado un nuevo récord positivo en el abandono escolar temprano: 12%. La cifra sigue siendo alta para los estándares de la UE, que pretendía dejar la tasa en el 10% en el 2020, pero muy buena para el conjunto de España. El país arrastra unas cifras altas de abandono escolar y de hecho la Unión Europea marcó para el Estado un 15% de abandono en este año, un dato que posiblemente no alcanzará (hace un año estaba en el 17,3%).
A falta de conocerse los datos de las otras comunidades, el caso gallego es positivo, y seguramente estará entre los más bajos del país. La tasa de abandono escolar temprano se obtiene de saber cuántos jóvenes de entre 100 de 18 a 24 años solo han terminado los estudios de la secundaria obligatoria (ESO) y no continuaron hacia FP o bachillerato (o, si lo hicieron, no terminaron esas etapas).
La preocupación de la UE ante este grupo de jóvenes viene dada porque el mercado laboral necesita profesionales formados, ya sean técnicos o graduados universitarios, y la especialización y tecnificación creciente no puede absorber a la población poco formada, como ocurre con la ESO. Precisamente, uno de los objetivos de la nueva ley educativa, la Lomloe, es ofrecer a los jóvenes varias alternativas para que sigan estudiando, lo que sea, al menos hasta que tengan 18 años.