Las autoridades señalan que los resultados son más fiables que las pruebas nasales y de garganta predominantes hasta ahora
Daba la sensación de que China tenía controlada la pandemia. Pero la Comisión Nacional de Sanidad de China confirmó hoy, miércoles, 75 nuevos casos de coronavirus. Parece que la nación asiática se enfrenta a una nueva ola, que provocó un repunte de casos y que incluso volvió a causar muertes tras meses sin que China notificase ninguna defunción a cuenta del covid-19. Así que ya se han aislado varias ciudades en el gigante asiático.
Coincidiendo con este repunte de casos, China comunicó también que ha ampliado el abanico de pruebas diagnósticas para detectar el coronavirus. Se trata de unas pruebas novedosas de las que ya se está hablando en todo el mundo. No en vano, tal y como recoge el periódico South China Morning Post, en China, además de hacerse los clásicos test de garganta o nasales, se están realizando también pruebas anales para diagnosticar el covid-19. Y, según reporta este medio, los resultados están siendo buenos. Así, indica que las autoridades locales confirmaron que estas pruebas anales son más eficaces que las que se hacían hasta ahora y, por tanto, permiten controlar mejor la pandemia.
Según explica el citado medio, las autoridades locales han comenzado a tomar muestras anales de ciudadanos de Pekín afectados por coronavirus. Se trata de una prueba que, según el subdirector del departamento de enfermedades respiratorias e infecciosas del Hospital You An de Pekín, Li Tongzeng, puede incluso aumentar la tasa de detección de personas infectadas. Aseguran que los rastros del virus que se encuentran en el ano pueden durar más que en el tracto respiratorio, de ahí que sea más fácil detectar la enfermedad. El método en cuestión implica introducir un hisopo de algodón empapado en solución salina en el ano. Tras varios segundos, en los que se recogen restos de heces, llega la parte en la que se analiza para comprobar si da positivo y el ciudadano tiene o no covid.
Este tipo de test, el anal, no ha pasado desapercibido ni en China ni en otras partes del mundo. Con las redes sociales como altavoz, muchos ciudadanos han manifestado que les parece un método de detección de la enfermedad incómodo y hasta humillante.