La mítica escudería Renault, que impulsó a Fernando Alonso hacia sus dos campeonatos mundiales, ha decidido abandonar su ambicioso proyecto de proveer motores en la Fórmula 1 desde sus instalaciones en Viry-Châtillon. Este duro golpe para el equipo fue anunciado por el director general de Renault, Luca de Meo, quien explicó las razones detrás de esta decisión, profundamente influenciada por la situación financiera y la falta de resultados en las últimas temporadas.
Decisión emocional y racional
En una entrevista con el medio francés L’Équipe, Luca de Meo compartió el impacto emocional que esta noticia ha generado, tanto en él como en los trabajadores de la planta. De Meo, apasionado por la competición, aseguró que la decisión no fue tomada a la ligera: “Este es un tema muy emocional, incluso para mí. Soy un apasionado por la competición y he tenido que tomar la decisión en contra de lo que siento”.
Sin embargo, como responsable de una empresa cotizada en bolsa, su obligación es replantear proyectos que no están rindiendo como se esperaba, y la Fórmula 1 es uno de ellos. “Nos hemos vuelto invisibles”, confesó De Meo al señalar la falta de visibilidad de la escudería en las últimas temporadas, lo que afectó tanto al rendimiento como a la captación de patrocinadores.
El cambio tras la marcha de Alonso
Tras el retorno de Renault bajo la marca Alpine, el equipo francés trató de rememorar sus días de gloria con Fernando Alonso. Aunque hubo destellos de esperanza, como la victoria de Esteban Ocon en Hungría en 2021, o el podio de Alonso en Qatar durante el mismo año, el panorama no mejoró en el largo plazo. En 2022, la introducción de los coches de efecto suelo y la falta de inversión económica empujaron a Alonso a buscar un futuro más prometedor en Aston Martin.
Esta salida dejó a Alpine en una situación comprometida, que se reflejó en una temporada de 2023 donde pasaron desapercibidos en la parrilla. Sin Alonso y sin resultados que entusiasmaran a los patrocinadores, la escudería cayó en posiciones irrelevantes, dificultando la entrada de inversiones y provocando un déficit económico.
Los costos de la Fórmula 1
Uno de los principales factores que llevaron a Renault a abandonar su proyecto fue el alto coste de la producción de motores en Fórmula 1. Según De Meo, el coste anual de desarrollar unidades de potencia oscila entre 200 y 250 millones de dólares, a lo que se suma un presupuesto operativo de 150 millones. Con los pobres resultados obtenidos, Renault perdió los bonos por puntos y acabó con un agujero financiero significativo.
“Mis accionistas saben contar y Alpine tiene que ganar dinero. Con nuestros puestos, 16º y 17º, parecemos unos bromistas”, señaló De Meo con sinceridad, destacando que la falta de rendimiento en pista no solo perjudicó la imagen del equipo, sino también sus finanzas.
El futuro de Renault en la Fórmula 1
Con este replanteamiento, Renault deberá redefinir su enfoque en la Fórmula 1. Aunque De Meo no descarta seguir participando de alguna manera en el futuro, el proyecto de motores queda, por el momento, en standby, marcando el fin de una era para la escudería que tantos éxitos cosechó en el pasado.