Emiliano García-Page reafirma su postura frente a la financiación autonómica y los acuerdos con el Gobierno central

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El presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha ofrecido declaraciones hoy en la previa de su reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la que espera abordar temas fundamentales para la región. A pesar de las diferencias con el ejecutivo central en materia de política territorial, García-Page ha subrayado la importancia del diálogo y la colaboración institucional en temas clave como el agua, las infraestructuras y la energía, todos aspectos esenciales para el desarrollo económico y la creación de empleo en Castilla-La Mancha.

Compromiso con el diálogo

Durante su intervención, García-Page se definió como un «apóstol del diálogo», destacando que cualquier oportunidad de hablar y expresarse con claridad abre «una ventana posibilista». En este sentido, el presidente mostró su confianza en que los asuntos que lleva tiempo reclamando para la región puedan tener una respuesta positiva o, al menos, una «toma de conciencia» por parte del Gobierno central. Entre los temas prioritarios que abordará, resaltó el agua, las infraestructuras y la energía, temas que considera vitales para el crecimiento y bienestar de Castilla-La Mancha.

«Soy un firme partidario del diálogo. Me interesa que siempre que hay oportunidad de hablar, se abre una ventana posibilista», declaró el presidente, reafirmando su compromiso con la búsqueda de soluciones a largo plazo para los retos que enfrenta la región.

Postura frente a la financiación autonómica y Cataluña

García-Page no dudó en expresar su desacuerdo con cualquier intento de financiación singular que beneficie exclusivamente a una comunidad autónoma, como Cataluña, en detrimento del régimen común que afecta a todas las regiones. En este sentido, se mostró tajante: «No es válido romper el régimen común inventando un régimen especial que sea un privilegio». Además, el presidente calificó de «lamentable» la situación política actual, en la que, según él, los partidos independentistas someten a la política española a una continua presión y chantaje.

«La ansiedad de los independentistas no tiene límite. Lo que no podemos hacer es alquilar la gobernabilidad del país», comentó García-Page en referencia a los constantes reclamos de los partidos separatistas. También expresó su preocupación por el papel que desempeña Carles Puigdemont en las negociaciones, asegurando que lo único que busca es la amnistía para él y sus aliados, un tema que, según el presidente de Castilla-La Mancha, debería ser rechazado por el Gobierno.

Confianza en Salvador Illa y la evolución en Cataluña

En cuanto a la situación de Cataluña, García-Page se mostró optimista sobre la evolución sociológica que, según él, está ocurriendo en la comunidad. Confía en que el actual presidente de la Generalitat, Salvador Illa, desempeñe un papel crucial en la recuperación de la normalidad en la región, distanciándose del populismo independentista, al que describió como una versión más del populismo que afecta a España.

«La gente busca normalidad y muchísimos ya se han desengañado del populismo independentista. Espero que Cataluña recupere su barniz de modernidad y vanguardia», afirmó el presidente.

Expectativas de la reunión con Pedro Sánchez

García-Page se mostró cauto en cuanto a los resultados inmediatos de la reunión con el presidente Sánchez. Aunque espera que algunos de los temas que va a plantear tengan un recorrido positivo, admite que resolver cuestiones como la financiación autonómica de forma inmediata será difícil. Aun así, confía en que la colaboración con el Gobierno central continúe siendo fructífera para Castilla-La Mancha.

«No digo que todo se vaya a resolver mañana, pero sí confío en que muchas de las cosas que vamos a plantear tendrán recorrido», aseguró García-Page, poniendo en valor los acuerdos alcanzados en el pasado y su confianza en que esta reunión producirá avances en temas clave para la región.

Opinión sobre la reforma de la Ley Mordaza y Bildu

Al ser consultado sobre el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y Bildu para la reforma de la Ley Mordaza, García-Page no dudó en criticar la postura del partido vasco, recordando su pasado vinculado al terrorismo. «Si se quitaran ellos la mordaza y pudieran de una vez reconocer el dolor de las víctimas, ya sería suficiente», sentenció. Además, lamentó que una organización que durante años «le puso mordaza al pueblo vasco» sea ahora un actor relevante en las decisiones del país.

Diferencias con el PP y ataques personales

Finalmente, García-Page aprovechó para distanciarse de las tensiones internas del Partido Popular, en particular de los ataques de algunos de sus miembros hacia su gestión. En un tono crítico, acusó al PP de utilizar un populismo barato y de mantener una estrategia de confrontación que, según él, solo perjudica a su propio partido. «Es infame entrar en el juego del populismo más barato», expresó.

García-Page reafirmó que, aunque pueda tener diferencias con el Gobierno central en ciertas cuestiones, eso no ha impedido la colaboración institucional en beneficio de Castilla-La Mancha. Destacó que, a pesar de las discrepancias, el Gobierno no ha bloqueado el desarrollo de la región.