La gira africana emprendida por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un intento de gestionar la creciente presión migratoria en las costas españolas, especialmente en Canarias y Ceuta, ha generado una fuerte polémica política en España. Aunque el objetivo de Sánchez era estrechar lazos y firmar acuerdos con los países de origen de la inmigración ilegal para promover su visión de una «inmigración ordenada, legal y segura», sus declaraciones han sido recibidas con un aluvión de críticas por parte de la oposición, que lo acusa de provocar un «efecto llamada» que podría aumentar las llegadas de inmigrantes a España.
Críticas desde el Partido Popular
La controversia comenzó temprano ayer, cuando el líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, publicó un mensaje en la red social X (anteriormente Twitter), calificando de «irresponsable» la actitud de Sánchez. Feijóo acusó al presidente de «promocionar España como destino» en lugar de ir a África a «combatir las mafias» que facilitan la inmigración ilegal. El líder del PP comparó la política de Sánchez con la de otros países europeos, como Italia y Alemania, donde se ha endurecido la política migratoria en respuesta a la crisis.
Feijóo aprovechó la ocasión para reiterar las propuestas del PP en materia de inmigración, que incluyen contratos en origen y una «carta de cumplimiento» de las leyes españolas para quienes deseen venir a España. Además, el plan de acción del PP, ya registrado en el Congreso, propone un aumento del número de agentes en la frontera, el despliegue de la agencia europea de protección Frontex, y más fondos públicos para la acogida de inmigrantes, especialmente de menores no acompañados.
Respuesta de Vox y más críticas a la gestión del Gobierno
El líder de Vox, Santiago Abascal, también elevó el tono en las redes sociales, acusando al Gobierno de «promocionar una invasión» y advirtiendo que «los españoles van a tener que empezar a defenderse por ellos mismos». Abascal incluyó en sus críticas no solo al Gobierno de Sánchez, sino también al Partido Popular, a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, e incluso a la candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Kamala Harris.
Vox, conocido por su postura dura en temas de inmigración, intensificó la presión sobre el Gobierno al exigir la comparecencia de varios ministros en el Congreso para que expliquen su gestión de la crisis migratoria. Entre los convocados están Yolanda Díaz, ministra de Trabajo; Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior; José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores; y Elma Saiz, ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Además, Vox solicitó al Ejecutivo información detallada sobre el número de centros de acogida a inmigrantes en España y los recursos económicos destinados a ellos.
Un debate político en aumento
La gira de Sánchez por África, lejos de calmar las aguas, ha reavivado el debate sobre la gestión de la inmigración en España. La oposición acusa al presidente de adoptar una postura que podría agravar la situación en lugar de aliviarla, mientras que desde el Gobierno se defiende la necesidad de abordar la inmigración desde una perspectiva de cooperación internacional y respeto a los derechos humanos.
Este debate se produce en un contexto de creciente presión migratoria en Europa, donde varios países están revisando sus políticas para enfrentar los desafíos que plantea la llegada de inmigrantes. La situación en España, con un flujo constante de personas intentando llegar a sus costas, ha convertido este tema en uno de los principales focos de atención política y social.