La Hospitalidad Diocesana de Lourdes ha celebrado este martes, 13 de agosto de 2024, la 61ª edición de la Caravana Blanca, una iniciativa profundamente arraigada en Ciudad Real, que fue instaurada por José Ballesteros, quien fuera capellán del Hospital Provincial. Este evento anual congrega a enfermos, ancianos y devotos que acuden a la Basílica Catedral para participar en una misa especial y pedir por su salud a la Virgen del Prado.
Un Encuentro de Fe y Esperanza
Más de 200 personas participaron en la celebración de este año, con asistentes provenientes de residencias, centros sanitarios y de sus propios hogares. La Caravana Blanca es una jornada de recogimiento y devoción, donde los participantes, muchos de ellos con dificultades de movilidad o salud, encuentran consuelo y esperanza en la oración y la comunidad.
La misa fue presidida por el consiliario de la Hermandad, Enrique Galán, y concelebrada por varios sacerdotes, incluyendo al delegado pastoral de la Salud, Francisco Guerrero. Durante la homilía, se destacó la importancia de la fe y la devoción en momentos de enfermedad y dificultad, y se pidió especialmente por la salud de todos los presentes y sus seres queridos.
Presencia Institucional
El evento contó con la asistencia del alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, quien estuvo acompañado por el primer teniente de alcalde, Ricardo Chamorro, y los concejales del equipo de Gobierno, Gregorio Oraá y Aurora Galisteo. La presencia de las autoridades locales subraya la importancia de esta tradición en la vida religiosa y comunitaria de Ciudad Real, y su apoyo a las iniciativas que fomentan el bienestar y la esperanza entre los ciudadanos.
Una Tradición Conmovedora
La Caravana Blanca es una tradición que ha perdurado a lo largo de más de seis décadas, manteniendo viva la fe y el espíritu de solidaridad en Ciudad Real. La participación de la comunidad, tanto de los asistentes como de los voluntarios que facilitan el traslado de los enfermos y ancianos, es un testimonio del compromiso colectivo hacia los más vulnerables.
Este encuentro no solo es una expresión de devoción religiosa, sino también una oportunidad para que aquellos que enfrentan desafíos de salud se sientan apoyados y acompañados por su comunidad. La celebración en la Basílica Catedral refuerza los lazos de fe y fraternidad que caracterizan a la Hospitalidad Diocesana de Lourdes y a la comunidad de Ciudad Real en general.
La 61ª Caravana Blanca ha sido, una vez más, un evento cargado de significado y emoción, donde la fe y la comunidad se unen para ofrecer apoyo y consuelo a los enfermos y ancianos de Ciudad Real. La continuidad de esta tradición demuestra la fortaleza de los lazos espirituales en la ciudad y el compromiso de la comunidad con el bienestar de todos sus miembros, especialmente aquellos que más lo necesitan.