Con el cambio de legislatura en Cataluña, Salvador Illa, del Partido Socialista, ha asumido oficialmente la presidencia de la Generalitat, relevando a Pere Aragonès de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). A pesar de este relevo en la cúpula del gobierno catalán, Aragonès no se desvincula por completo de la política, y ha asegurado su futuro inmediato mediante la formación de su oficina como expresidente, un derecho que le otorga la normativa vigente.
La Oficina de Expresidente de Pere Aragonès
El Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya ha publicado los nombramientos realizados por Aragonès para su oficina de expresidente. El exmandatario ha designado a personas de confianza que lo acompañaron durante su mandato al frente del Ejecutivo catalán.
- Helena Ricomà, quien fue jefa de gabinete de Aragonès durante su presidencia, ha sido nombrada directora de la oficina. Su rol principal será asesorar al expresidente en las materias que él requiera, además de ofrecerle información técnica necesaria para el desarrollo de sus funciones. Según su posición, Ricomà percibirá un salario de aproximadamente 80.000 euros brutos anuales.
- Marçal Sarrats, responsable de comunicación, se encargará de la planificación comunicativa de Aragonès. Su labor incluye la elaboración de discursos, dosieres y la gestión de comunicados internos. Su salario se estima en 50.000 euros brutos anuales.
- Sílvia Sabat, quien fue secretaria del «expresident» durante su mandato, ha sido designada para continuar en tareas administrativas y de coordinación en la oficina, incluyendo la organización de la agenda y la coordinación de viajes. Sabat también percibirá un salario de 50.000 euros brutos anuales.
Beneficios económicos para el expresidente
De acuerdo con la normativa que regula el estatus de los expresidentes de la Generalitat, Pere Aragonès tiene derecho a una serie de beneficios que incluyen un director de oficina, dos asesores, escolta, coche oficial y despacho. Además, durante los próximos cuatro años, percibirá un 80% de su salario como presidente, lo que se traduce en 9.078,5 euros brutos mensuales. Cabe destacar que durante su presidencia, Aragonès tenía un salario anual de 136.177,50 euros brutos.
Este esquema de compensaciones y beneficios es común para los expresidentes en Cataluña y está diseñado para garantizar que quienes han ocupado el más alto cargo en la Generalitat mantengan una estructura de apoyo que les permita continuar con actividades relacionadas con su papel político y social.
Contexto Político
El relevo en la Generalitat de Cataluña marca un cambio significativo en la política catalana. Salvador Illa, tras haber liderado la oposición, asume la presidencia con el desafío de navegar un escenario político complejo, marcado por tensiones entre las distintas fuerzas independentistas y constitucionalistas. Mientras tanto, Aragonès, que se convirtió en el 132º presidente de la Generalitat, transita hacia una nueva etapa donde, aunque fuera del gobierno, sigue manteniendo un rol activo desde su oficina de expresidente.
El futuro político de Aragonès, al igual que el de muchos exlíderes, será observado con atención, ya que podría influir en las dinámicas políticas de Cataluña y en el seno de su partido, ERC.
El cambio de legislatura en Cataluña ha dado lugar a un nuevo liderazgo bajo Salvador Illa, mientras que Pere Aragonès, ahora en calidad de expresidente, asegura su continuidad política con un equipo de confianza en su oficina. La transición refleja las complejidades del sistema político catalán, donde el rol de los expresidentes sigue siendo relevante para la vida pública.