La primera semana de agosto ha dejado un trágico saldo en España, con más de 500 personas fallecidas debido a factores relacionados con el calor extremo. Este sombrío dato se suma a un total de más de 1.000 muertes en lo que llevamos de verano, una cifra que pone de manifiesto el impacto devastador de las altas temperaturas en la salud pública.
Veranos Más Largos y Trabajadores Vulnerables
Cada año, los veranos en España son más largos y extremos, afectando especialmente a quienes trabajan al aire libre. Operarios de limpieza, trabajadores de la hostelería, personal de obras y guías turísticos se encuentran entre los más vulnerables a las olas de calor. A pesar de la regulación reciente sobre la prevención de riesgos laborales en condiciones de calor extremo, estas medidas parecen insuficientes para proteger a estos colectivos.
Regulación de la Prevención del Calor en el Trabajo
Desde 2023, el trabajo a altas temperaturas está regulado en España. El Real Decreto-ley 4/2023, que modifica al 486/1997, establece disposiciones mínimas de seguridad en los lugares de trabajo, incluyendo la regulación de las temperaturas en los entornos laborales. Según este decreto, las temperaturas en el trabajo deben mantenerse entre los 17°C y 27°C en función del tipo de ambiente, con límites específicos para la humedad.
Sin embargo, como explica Carmen García, socia en Celtibérica Abogados, «con el tema climatológico no había nada regulado en nuestro país». A pesar de que esta regulación supone un avance significativo, la ley sigue presentando lagunas. García subraya que la responsabilidad de implementar estas medidas recae casi exclusivamente sobre el empleador, dejando sin abordar detalles críticos sobre las condiciones específicas de los puestos de trabajo.
El Segundo Verano con Más Muertes en una Década
El verano de 2024 se perfila como el segundo más letal de la última década en cuanto a muertes por calor, solo superado por el de 2020. Desde el inicio de las olas de calor el 18 de julio, la mortalidad se ha incrementado significativamente. Según el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo), entre 2015 y 2023 fallecieron en España 21.800 personas debido a las altas temperaturas.
Este año, las muertes registradas en agosto han aumentado un 471% en comparación con 2023, una cifra alarmante que no solo incluye golpes de calor y deshidratación, sino también la exacerbación de enfermedades previas, como las del sistema circulatorio, respiratorias o degenerativas.
El Futuro Climático de España
A pesar de estos datos alarmantes, en España todavía se registran más muertes por bajas temperaturas que por olas de calor, con una media de 3,5 defunciones diarias durante las olas de frío, frente a las tres muertes diarias durante los episodios de calor extremo. Sin embargo, los expertos advierten que esta tendencia podría cambiar en el futuro debido al cambio climático, al que España es especialmente vulnerable por su situación geográfica.
Las altas temperaturas en España están teniendo un impacto mortal cada vez mayor, subrayando la urgencia de implementar medidas más efectivas para proteger a la población, especialmente a aquellos que trabajan al aire libre. A medida que el cambio climático avanza, el país debe prepararse para enfrentar veranos más extremos, con políticas de prevención más robustas y un mayor apoyo a las personas vulnerables.