El ex-presidente argentino Alberto Fernández enfrenta nuevas acusaciones judiciales tras una denuncia por violencia física y hostigamiento presentada por su exesposa, Fabiola Yáñez, quien reside actualmente en España. Esta situación se suma a otras controversias que han marcado su trayectoria política y personal.
Contexto del Caso
Denuncia y Proceso Judicial
Fabiola Yáñez, a través de una videoconferencia con el juez federal Julián Ercolini, ha presentado pruebas que incluyen fotografías de lesiones, supuestamente causadas por Fernández. Este contacto inicial se produjo durante la investigación de otro caso en el que el exmandatario ya estaba implicado.
Medidas Cautelares Impuestas
Como respuesta inmediata, el juez Ercolini ha impuesto varias medidas cautelares a Fernández, incluyendo la prohibición de salir del país y de acercarse a Yáñez. Estas medidas pretenden garantizar la seguridad de la denunciante y la integridad del proceso judicial en curso.
Reacción del Acusado
Alberto Fernández ha negado vehementemente las acusaciones, atribuyéndolas a una persecución política. Ha anunciado, a través de la red X y en declaraciones al diario La Nación, que presentará pruebas para demostrar su inocencia.
Implicaciones Políticas y Personales
Escándalos Previos
El exmandatario no es ajeno a las controversias, habiendo estado involucrado en el escándalo de Olivosgate durante la pandemia, donde se reportaron visitas nocturnas a la residencia presidencial de personas no autorizadas.
Vida Post-Presidencial
Tras la victoria electoral de Javier Milei, Fernández se trasladó brevemente a Madrid con Yáñez y su hijo Francisco, antes de regresar solo a Buenos Aires. Yáñez, por su parte, ha optado por permanecer en Madrid, llevando una vida descrita como austera y trabajando en un documental sobre su relación con Fernández.
El caso contra Alberto Fernández se complica con estas nuevas acusaciones de violencia de género, añadiendo una capa más de desafío a su ya tumultuosa vida pública y personal. El proceso judicial seguirá su curso, mientras la opinión pública y la política argentina observan atentamente los desarrollos.