Introducción
Julio en Castilla-La Mancha estuvo marcado por temperaturas extremas que superaron los 43 grados en algunos puntos de la región, poniendo a prueba la capacidad de respuesta de la comunidad y los sistemas de salud pública. Este mes se activaron alertas rojas, especialmente en la provincia de Albacete, evidenciando la intensidad de las olas de calor.
Datos de Mortalidad por Olas de Calor
Según el sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III, se registraron 75 defunciones directamente atribuibles a las olas de calor en julio en Castilla-La Mancha. Este número refleja un desafío significativo para la salud pública, comparado con los 186 fallecimientos ocurridos en julio de 2022, demostrando la variabilidad y la grave amenaza de las temperaturas extremas.
Perfil de los Afectados
La mayoría de las muertes ocurrieron en personas mayores de 65 años, destacando la vulnerabilidad de los ancianos ante las altas temperaturas. Además, el género femenino representó la mayoría de los fallecimientos, indicando una posible mayor susceptibilidad o mayor exposición al calor extremo.
Evaluación de Planes Preventivos
El ‘Plan Regional de Actuaciones Preventivas de los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la Salud’, activo en Castilla-La Mancha, busca prevenir los efectos nocivos del calor. Sin embargo, la falta de actualización en la web del SESCAM desde el pasado 20 de junio y la inactividad de la página de ‘verano saludable’ plantean preguntas sobre la efectividad y la accesibilidad de las medidas preventivas actuales.
Recomendaciones y Consejos para la Comunidad
Las autoridades sanitarias recomiendan suspender actividades físicas intensas durante las horas de mayor calor, buscar ambientes frescos, y mantener una hidratación adecuada. Ante síntomas de golpe de calor, como mareos, dolor de cabeza o náuseas, es crucial buscar asistencia médica.
Conclusiones y Futuras Direcciones
La adecuación y mejora continua de los planes preventivos son esenciales para mitigar el impacto de las olas de calor futuras. Es fundamental que las autoridades actualicen y comuniquen efectivamente las estrategias y recomendaciones a la población, asegurando que todos los ciudadanos, especialmente los más vulnerables, estén protegidos y bien informados sobre cómo actuar frente a las altas temperaturas.