En una decisión crucial, el Tribunal Supremo de Estados Unidos ha confirmado que el expresidente Donald Trump disfrutaba de cierta inmunidad durante su mandato, lo que afecta el curso de las acciones legales en su contra. Estas alegaciones se centran en su supuesto intento de revertir los resultados de las elecciones de noviembre de 2020, en las que fue derrotado por el actual presidente, Joe Biden.
La corte dictaminó que, bajo la estructura constitucional de Estados Unidos que promueve la separación de poderes, ciertos actos oficiales del presidente gozan de inmunidad frente a procesos penales. “Siguiendo la estructura constitucional que favorece la separación de poderes, la naturaleza del poder presidencial requiere que el presidente en cuestión goce de cierta inmunidad ante procesos penales en el marco de actos oficiales durante su mandato”, indicó el magistrado John Roberts en su declaración.
No obstante, el Tribunal señaló que no todos los actos de Trump pueden ser considerados oficiales, limitando el alcance de esta inmunidad. Roberts añadió: “Al menos en lo que respecta al ejercicio de los poderes constitucionales otorgados al presidente, esta inmunidad debe ser absoluta”.
La decisión ha sido calificada por Trump como “una gran victoria para la Constitución y la democracia”, especialmente significativa en medio de su campaña para retornar a la presidencia en las elecciones de noviembre próximo. “Orgulloso de ser estadounidense”, expresó Trump a través de sus redes sociales.
Este fallo del Tribunal Supremo no solo es un espaldarazo legal para Trump, sino que también plantea importantes cuestionamientos sobre los límites de la responsabilidad presidencial y su impacto en la justicia y el sistema político de Estados Unidos.