El icónico actor francés, Alain Delon, ha sido puesto bajo una tutela reforzada dictaminada por el tribunal de Montargis, una medida que refleja la preocupación continua por su estado de salud y el bienestar general. Esta determinación, tomada el jueves pasado, llega después de que los tres hijos del distinguido actor, quien cuenta con 88 años de edad, presentaran una solicitud conjunta al tribunal, destacando una vez más la disputa familiar que ha capturado la atención de la prensa francesa en los últimos meses.
Los desacuerdos entre Anouchka Delon, de 33 años, y sus hermanos, Alain Fabien, de 30 años, y Anthony, de 59 años, se centraron en el cuidado de su padre, quien desde 2019 enfrenta un cáncer de lenta evolución y ha sufrido varios accidentes cerebrovasculares. Previamente, en enero, se había establecido una protección judicial temporal para Delon, limitando su autonomía únicamente en decisiones críticas, como la venta de propiedades.
La sentencia reciente implica una supervisión más estricta por parte de un tercero, posiblemente un profesional externo a la familia, quien ahora se encargará de las transacciones económicas del actor, cuyo patrimonio asciende a aproximadamente 300 millones de euros. Delon, presente en la audiencia junto a Anouchka y los abogados de los tres hijos, tiene la opción de apelar la decisión.
Frank Berton, abogado de Anouchka, expresó su inquietud ante la rigurosidad de la medida, señalando que aún queda por resolver la cuestión sobre el discernimiento de Delon. Revelaciones previas, incluido un correo del fiscal de Montargis, habían sugerido que la capacidad de discernimiento del actor se encontraba «totalmente abolida».
El epicentro del conflicto radica en la capacidad de Delon para gestionar su vida de manera independiente, un tema que se intensificó tras la divergencia de opiniones sobre el tratamiento médico del actor y la propuesta de Anouchka de trasladarlo a vivir con ella en Suiza. Las tensiones familiares escalonaron aún más cuando Anouchka fue grabada expresando su frustración hacia la actitud de sus hermanos, lo que derivó en una demanda por parte de la actriz contra ellos, exigiendo una compensación de 120.000 euros.
A pesar de la decisión judicial, la disputa familiar por el cuidado y el legado de uno de los actores más venerados de Francia parece lejos de concluir.