En un episodio que ha vuelto a poner en relieve la problemática del narcotráfico en las costas españolas, vecinos de Cala Grande, situada entre San José y Los Escullos en la costa de Almería, fueron testigos de cómo, hace casi tres semanas y antes de la Semana Santa, seis narcolanchas buscaban refugio de un temporal en sus playas. Este hecho no solo ha resaltado la audacia con la que operan estas mafias sino también ha evidenciado la preocupante falta de recursos de la Guardia Civil para hacerles frente en condiciones meteorológicas adversas.
Un Escenario de Inacción Forzada
La presencia de las narcolanchas, embarcaciones de alta velocidad utilizadas por las mafias para el tráfico de drogas, fue notablemente visible debido al temporal que azotó la zona. A pesar de la vigilancia de una patrulla de la Guardia Civil desde tierra, la fuerza de seguridad se vio imposibilitada de actuar directamente contra las embarcaciones por la evidente falta de medios. Este incidente no solo subraya la vulnerabilidad de las costas ante tales actividades ilícitas sino también la necesidad urgente de dotar a las fuerzas de seguridad del equipamiento adecuado para su intervención en el mar.
Testigos del Resguardo
Según imágenes cedidas por el Diario de Almería, y confirmado por testigos presenciales, más de una docena de personas se encontraban a bordo de estas embarcaciones, utilizando pequeñas tiendas de campaña impermeables para protegerse. El acceso a la playa, complicado por tierra y prácticamente imposible por mar bajo las condiciones del temporal, dejó a las narcolanchas un espacio prácticamente libre para su refugio temporal.
Un Contexto de Controversia Política
Este suceso llega en un momento de creciente escrutinio sobre las acciones del Gobierno en relación con el narcotráfico y, en particular, acerca del cierre de la unidad antidroga OCON-Sur. La decisión de declarar como secretas las comunicaciones entre los guardias civiles y sus mandos el día del asesinato de dos agentes en Barbate por una narcolancha, ha añadido más leña al fuego en el debate sobre la capacidad de respuesta de España frente a las mafias del narcotráfico.
La Ley de Secretos Oficiales y la Opacidad
La respuesta del Gobierno a las peticiones de información, amparándose en la Ley de Secretos Oficiales de 1968 y acuerdos subsiguientes, ha provocado críticas por parte de la oposición, que ve en estas acciones una falta de transparencia y compromiso en la lucha contra el narcotráfico. Esta opacidad en la gestión de la información no hace sino aumentar las dudas sobre la efectividad y las prioridades en las políticas de seguridad del Estado.