En un emotivo encuentro lleno de celebración y recuerdos, Ramón Piqueras García, originario de Calzada de Calatrava, marcó un hito al celebrar sus cien años de vida en la Residencia de Mayores de Argamasilla de Calatrava. Rodeado de amigos y familiares, su centenario no solo fue una fiesta de vida sino también un puente de hermandad entre dos municipios: Calzada y Argamasilla de Calatrava.
Una Vida de Trabajo y Música
Nacido el 26 de febrero de 1924, Ramón ha sido testigo de un siglo de historia, dedicando gran parte de su vida al arduo trabajo en la agricultura y la construcción. Su contribución al emblemático silo de Calzada de Calatrava fue uno de los muchos legados que ha dejado en su comunidad, evidenciado por los regalos y reconocimientos recibidos durante su celebración.
Pasión por la Música y la Comunidad
A pesar de los retos, como su dificultad para oír y la necesidad de utilizar una silla de ruedas, Ramón ha mantenido su pasión por la música. Su rol como promotor de bandas de cornetas y tambores para la Semana Santa de Calzada y su habilidad con el acordeón y la corneta han dejado una huella imborrable en el patrimonio cultural de su localidad natal.
Reconocimientos y Homenajes
La celebración de su centenario fue marcada por emotivos homenajes, incluyendo la entrega de una fotografía del silo de Calzada, ahora transformado en una obra de arte urbano, reconociendo así su contribución a este emblemático proyecto. Este gesto simboliza la profunda conexión de Ramón con su lugar de origen y el impacto duradero de su trabajo en la comunidad.
Unión de Dos Municipios
La presencia de Gema García y Jesús Ruiz, máximos responsables de Calzada y Argamasilla respectivamente, subraya la importancia de la figura de Ramón como un vínculo entre ambas localidades. Desde su llegada a la residencia en Argamasilla en 2012, ha sido un querido miembro de esta comunidad, celebrando un cumpleaños que trasciende fronteras municipales y une a las personas en un acto de celebración compartida.
Un Ejemplo de Vitalidad y Compromiso
La vida de Ramón Piqueras García es un testimonio de vitalidad, dedicación y amor por su comunidad. Su centenario no solo celebra una vida larga y fructífera, sino también el poder de la música, el trabajo y la comunidad para unir a las personas más allá de las diferencias geográficas. Su legado perdurará como un símbolo de unión y celebración entre Calzada de Calatrava y Argamasilla de Calatrava.