El fútbol de Primera División volvió este jueves a España con la disputa del derbi entre Sevilla y Betis en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán. El fútbol volvió bajo estrictas medidas de seguridad: los suplentes, por ejemplo, no estaban en el banquillo sino en la grada y con mascarillas.
Pasados tres meses y un día a causa del coronavirus vuelve el fútbol a nuestro país. El Sevilla se adelantó primero de penalti por mediación de Ocampos y, poco minutos después, Fernando puso el 2-0 en el marcador para la escuadra de Julen Lopetegui.
Los jugadores sevillistas celebraron su segundo tanto haciendo una piña, algo que LaLiga pidió que los futbolistas no hicieran para extremar las precauciones de contagio. Tanto es así que muchos usuarios han reprochado esos abrazos a los jugadores.
Los operarios del Sevilla desinfectaron las instalaciones, en especial en zonas comunes o de mayor exposición al contacto, con la instalación de pulverizadores para extremar la higiene de manos en banquillos, vestuarios, el túnel de acceso al césped o dependencias como la salas de control antidopaje.
Los equipos accedieron por la puerta uno, la habitual, donde se les tomó la temperatura a sus integrantes y se aplicaron las medidas establecidas en el protocolo acordado con el CSD antes de que vayan a sus respectivos vestuarios.
Todos los participantes en el dispositivo contaron r con un documento declarándoles aptos para acceder al estadio, entre ellos los profesionales de los medios autorizados para la cobertura informativa del partido, en principio una treintena de personas.
Antes de comenzar el encuentro, Futbolistas, técnicos y medios guardaron un minuto de silencio en memoria de las víctimas del Covid-19.
Durante el partido, los futbolistas no podían ser sancionados si celebraban los goles abrazándose, si bien no se saludaron al inicio del evento.