La mudanza se realizará en dos fases: la primera, desde este 16 de noviembre hasta finales del mes de febrero y, la segunda, tras un descanso en marzo, comenzará en abril y se extenderá hasta la primera semana de junio, con el traslado de las urgencias en último lugar.
La Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha ya ha puesto a punto toda la maquinaria para comenzar el traslado del Hospital ‘Virgen de la Salud’ al nuevo Hospital Universitario de Toledo, que este lunes recibirá la visita de los reyes de España, a los que acompañará el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.
La mudanza se realizará en dos fases: la primera, desde este 16 de noviembre hasta finales del mes de febrero y, la segunda, tras un descanso en marzo, comenzará en abril y se extenderá hasta la primera semana de junio, con el traslado de las urgencias en último lugar.
Dentro de la primera fase se han incluido las áreas asistenciales con actividad ambulatoria y de un nivel de complejidad baja o media baja, además de servicios no asistenciales como áreas administrativas y de gestión y se han diferenciado, a su vez, dos etapas.
En la primera se han incluido las áreas de Rehabilitación, Consultas de Medicina Interna, Reumatología, Endocrinología, Anestesia, Hospital de Día Médico y Unidad Metabólica, mientras que en la segunda se procederá a la mudanza de las Consultas de Dermatología, Digestivo, Neumología, Neurología y Pediatría.
A su vez, en la segunda fase se han incluido el resto de áreas asistenciales que realizan actividad ambulatoria y no ambulatoria, con un nivel de complejidad medio y alto, y se han diferenciado, a su vez, tres etapas.
En la primera se trasladarán los servicios de Diagnóstico por Imagen, Laboratorios y Farmacia, en tanto que en la etapa dos se van a trasladar el resto de consultas externas, Diálisis, Hospitales de Día Oncohematológico y Pediátrico, Bloque Obstétrico y Esterilización, Hospitalización Pediátrica, Hospitalización Gineco-Obstétrica y UCI Neonatal y Pediátrica; y, en la tercera, Hemodinámica, Hospitalización convencional, UCI de adultos, Bloque Quirúrgico y Urgencias.
Además, se creará una oficina de traslado, que se encargará de establecer estrategias de actuación y de dirigir, supervisar y coordinar las actuaciones, y se constituirán cuatro grupos de trabajo (circuitos, traslado de servicios asistenciales, servicios no asistenciales y mudanza), con la participación de más de un centenar de profesionales.
Los casi 250.000 metros cuadrados construidos contarán con tecnología renovada por valor de 50 millones de euros e incluirán zona de consultas, 180 salas, 63 boxes en hospital de día, 56 de cuidados intensivos, diez de dilatación y 853 camas de hospitalización.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, presentaron recientemente el cronograma de la mudanza y pusieron de manifiesto su «emoción» porque por fin, después de tantos años, se podrá contar con un «nuevo y necesario» hospital en Toledo.
Una infraestructura sanitaria que incluye mejoras, como los servicios de medicina nuclear y radioterapia, además de dos quirófanos híbridos, en los que se podrán hacer intervenciones quirúrgicas y radiografías en el mismo espacio.
García-Page ya advirtió entonces de la complejidad de la operación, que, además, se realiza en medio de una pandemia de coronavirus, por lo que si la situación se saliera de control y se complicara, el traslado se paralizaría.
También el consejero de Sanidad incidió en que la mudanza es «una labor compleja», pero añadió que significará «ganar en prestigio» y aseguró que para que la operación sea un éxito hay que garantizar la actividad asistencial durante el traslado, así como minimizar el impacto sobre los pacientes y los profesionales.
Por ello, se ha previsto que cuando llegue el momento de llevar camas de un centro a otro, el número de hospitalizados sea el menor posible.