Cada vez más comunidades van endureciendo sus restricciones frente al coronavirus. Cantabria amanece hoy con todos sus municipios confinados. Galicia cierra la hostelería, a partir del viernes en sus principales ciudades. Y también en Murcia, en toda la región, los bares y restaurantes deberán echar el cierre a partir del sábado.
Dos noches les quedan a los murcianos para disfrutar de de bares y terrazas. El sábado cierra su hostelería porque según el Gobierno de Murcia, uno de cada cuatro positivos se ha contagiado en un bar. Ayer la viróloga, Margarita del Val, aseguraba que los bares son lugares «muy peligrosos» y recomendaba el uso de filtros y otras tecnologías para evitar contagios entre comensales.
«Más de la mitad de los clientes no regresan para Navidad», dice a nuestras cámaras un camarero gallego. Es el sentir de los empresarios del sector en Galicia, que también cierra desde mañana.
Su presidente, el popular Alberto Núñez Feijóo, muy crítico hasta ahora con las limitaciones, ayer dijo que “mejor tomar medidas más duras durante menos tiempo que más suaves y no lograr objetivos».
La intención es recuperarse para las Navidades pero los dueños de los bares se preguntan «qué importa la Navidad si llegamos ya desahuciados». El cierre en Galicia se prolongará un mes y que incluye también la restricción de movimientos en 60 municipios gallegos.
En Cantabria, finalmente, y por orden de un juez, los niños si tienen vacaciones esta semana. “Hoy si mañana no, esto es un caos”, critica una madre a la puerta de un colegio. Hoy todos sus municipios amanecen confinados y cierra el interior de bares y restaurantes.
El presidente cántabro decía ayer: «Tenemos que tomar esta medida muy dura y tendremos que tomar medidas más duras si esto no se arregla».
El objetivo es doblegar una curva que no ha dejado de crecer en las últimas semanas.