España ha experimentado un aumento significativo en la carencia material severa en 2022, alcanzando cifras preocupantes en comparación con años anteriores. A pesar del crecimiento económico, muchos ciudadanos enfrentan dificultades para acceder a necesidades básicas.
Carencia Material Severa: Una Mirada Detallada
Según fuentes de Funcas, el 8,1% de los españoles experimentaron carencia material severa en 2022. Esta cifra es más del doble que la registrada durante la crisis financiera de 2007, que fue del 3,5%. Este indicador mide la capacidad de las personas para acceder a bienes y actividades esenciales para su bienestar.
Temperatura Adecuada en Viviendas: En 2022, el 17,1% de los españoles no pudo mantener una temperatura adecuada en su hogar. Las regiones de Extremadura, Andalucía y Murcia registraron cifras superiores al 20%. Sin embargo, comunidades como Castilla y León y País Vasco tuvieron tasas inferiores al 10%.
Alimentación: El 5,4% de los españoles no pudo permitirse consumir carne, pescado o pollo regularmente. En Canarias, este porcentaje se disparó al 11,9%, mientras que Aragón registró la tasa más baja con el 1,9%.
Comparación con Años Anteriores
A pesar del crecimiento del PIB y del empleo en España, la carencia material severa aumentó en 2022. Esta cifra es preocupante, especialmente cuando se compara con el 3,5% registrado en 2007 y el 7,1% en 2014. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la carencia material severa ha aumentado constantemente desde 2020, superando los niveles previos a la pandemia.
España en el Contexto Europeo
Al comparar con otros países de la Unión Europea, España muestra diferencias notables. En cuanto a la capacidad de mantener una temperatura adecuada en el hogar, España, con un 17,1%, supera la media europea del 9,3%. Países como Austria y Suecia tienen tasas inferiores al 3%.
La subida de los precios de los alimentos desde 2021 ha afectado a los hogares más vulnerables en toda Europa. Sin embargo, España presenta cifras más favorables en comparación con países como Alemania, Grecia y Francia en términos de capacidad para consumir alimentos básicos.