La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha anunciado hoy que ha destituido a 8 miembros de la misión rusa por espionaje. «Retiramos la acreditación a ocho miembros de la misión rusa en la OTAN, que eran oficiales no declarados de los servicios de inteligencia rusos», ha explicado el organismo.
De esta forma, se reduce de 20 a 10 el número de responsables que Rusia puede acreditar en la sede de la alianza militar. Sin embargo, la expulsión no será inmediata, antes debe pasar el filtro de Bélgica, que es quien debe ejecutarla. Con todo, la medida no se hará efectiva hasta finales de octubre.
Vínculos con actividades hostiles
«La política de la OTAN respecto a Rusia continúa siendo coherente. Reforzamos nuestra disuasión y defensa en respuesta a las acciones agresivas de Rusia, a pesar de mantenernos abiertos a un diálogo constructivo».
Tras hacerse pública la decisión de la OTAN, el Kremlin no ha tardado en criticar la actuación. Desde el Gobierno de Moscú, el viceministro de Exteriores, Alexander Grushkó, ha cuestionado la falta de sinceridad del organismo. «Dirigentes de la OTAN hablaron de la necesidad de aliviar las tensiones en las relaciones con Rusia y pidieron reanudar el diálogo en el marco del Consejo Rusia-OTAN y enviar al embajador a Bruselas. Si había personas que creían que fueron declaraciones sinceras, hoy ya no las hay».
Caso Skripal
No es la primera vez que la OTAN decide prescindir de dirigentes rusos. En 2018, tras el escándalo del caso Skripal, el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, advirtió que sobre Rusia caerían «decisiones suplementarias». Y esas decisiones llegaron en forma de la retirada de acreditaciones a 7 embajadores rusos.
Días antes, Estados Unidos, Canadá, Australia y una veintena de países occidentales, decidieron expulsar a más de 110 diplomáticos del Kremlin.