macrofestival’ Cruïlla en Barcelona ha teletransportado a 18.000 personas a la vida precovid: abrazados unos a otros, con los brazos en alto, coreando las canciones y saltando han celebrado el primer día de un festival que se prolongará dos días más y en el que no hay distancia de seguridad aunque sí es obligatorio el uso de la mascarilla, pero lo cierto es que las imágenes hablan por sí mismas y muchos de los asistentes no la llevaban.
El Cruïlla, a diferencia de lo que ocurrió en Canet Rock y el festival Vida no ha registrado en su primera jornada largas colas para pasar el test de antígenos previo a la entrada.
Los sonidos urbanos de Señor Wilson, Rayden, Lágrimas de Sangre y Natos y Waor han abierto una primera jornada del Cruïlla histórica, no sólo por ser el primer festival multitudinario de Europa sin distancias ni colas, sino también por haber conseguido reabrir el recinto del Forum de Barcelona a la música, tras casi dos años por la COVID-19.
El aforo no fue el mismo que el de tiempos pre-pandemia de coronavirus, antes se reunían en el Forum 25.000 personas con motivo del festival Cruïlla y en esta ocasión lo han hecho 18.000, todos ellos con un resultado negativo en la prueba de antígenos. Eso sí, en las dos próximas jornadas se espera recuperar los 25.000 asistentes de antaño.
La mascarilla es obligatoria en todo el recinto menos en la zona de restauración, sin embargo se ha visto a varios asistentes sin ella en las explanadas cercadas frente a los escenarios. A dichas explanadas no se ha permitido la entrada de público con bebida o comida.
No todos los que tenían entrada para el Cruïlla han podido esta noche saltar en el concierto de Rayden abrazados a sus amigos, porque los que han dado positivo en el test de antígenos se han quedado fuera. De las 13.000 personas que habían pasado por la zona de cribado a las 21.00 horas, 123 han tenido un resultado positivo, una proporción más alta que en el Canet Rock celebrado el pasado sábado donde de 22.330 testados, 152 dieron positivo.