Por Álvaro del Castillo
Hoy, 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, Ciudad Noticias me ha pedido que escriba unas líneas sobre esta jornada, que más que una fecha en el calendario, es un recordatorio de una lucha que sigue vigente en todos los rincones del mundo.
Cada año, este día se llena de discursos, actos institucionales, reivindicaciones y también, por qué no decirlo, gestos vacíos y palabras huecas de quienes se suman por obligación más que por convicción. Pero lo cierto es que el 8M no es un eslogan, ni un post bonito en redes sociales, ni una excusa para colgar un lazo morado en un balcón. Es la voz de millones de mujeres que siguen peleando por la igualdad en todos los ámbitos de la sociedad, y es también una jornada de reflexión para todos aquellos que, de verdad, queremos un mundo más justo.
¿Por Qué el 8M Sigue Siendo Necesario?
Algunos todavía se preguntan por qué sigue siendo necesario un Día Internacional de la Mujer. Y la respuesta es simple: porque la desigualdad sigue ahí. Porque las mujeres siguen ganando menos que los hombres por el mismo trabajo, porque siguen teniendo más dificultades para llegar a puestos de responsabilidad, porque siguen cargando con la mayor parte de las tareas del hogar y del cuidado de los hijos y mayores.
Porque siguen siendo víctimas de violencia. Porque en lo que llevamos de año, ya son demasiadas las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas. Porque cada día se denuncian agresiones sexuales y acoso en espacios que deberían ser seguros.
Porque en algunos lugares del mundo ser mujer sigue siendo sinónimo de no tener derechos. Porque en pleno 2024 aún hay niñas a las que les niegan la educación, mujeres a las que obligan a casarse, a cubrirse, a someterse, a callar. Y mientras haya una sola mujer que no pueda vivir libre, este día seguirá siendo imprescindible.
Ciudad Real y el 8M: ¿Hacemos lo Suficiente?
En Ciudad Real y Castilla-La Mancha, como en el resto del país, se organizan actos y manifestaciones. Pero la verdadera pregunta es: ¿qué pasa el 9 de marzo? Porque de nada sirve salir a la calle con pancartas si al día siguiente todo sigue igual.
¿Hemos conseguido que en nuestra provincia haya una igualdad real en el acceso al empleo, en los salarios, en las oportunidades? ¿Es suficiente con que los ayuntamientos y las instituciones organicen eventos simbólicos, o hay que exigir políticas más efectivas que garanticen el cambio?
El Feminismo: Ni Moda, Ni Arma Arrojadiza
El feminismo, en su esencia más pura, no es una moda pasajera, ni una ideología para dividir, ni una herramienta para sacar rédito político. Es una cuestión de justicia. No se trata de imponer superioridades ni de crear guerras entre sexos. Se trata de una simple idea que debería ser obvia para cualquiera: hombres y mujeres deben tener los mismos derechos, las mismas oportunidades y las mismas libertades.
Pero el problema es que el feminismo ha sido convertido en un arma de confrontación. Los discursos extremistas han conseguido que mucha gente se aleje de una causa que debería unirnos a todos. Y mientras unos intentan apropiarse de la lucha para hacer política, otros la rechazan por completo, como si la igualdad fuese una opción y no una necesidad.
Más Hechos, Menos Palabras
El 8M es un día para recordar todo lo que se ha conseguido, pero también para denunciar lo que falta. Y sobre todo, para recordar que la igualdad no se logra con discursos ni con gestos simbólicos. Se logra con hechos:
- Con leyes que protejan y garanticen los derechos de las mujeres.
- Con educación, para que las nuevas generaciones crezcan entendiendo que el respeto y la equidad no son negociables.
- Con oportunidades laborales reales, que permitan a las mujeres acceder a los mismos puestos y sueldos que sus compañeros hombres.
- Con una sociedad que deje de tolerar la violencia, el acoso y la discriminación.
Y eso no se consigue en un solo día al año.
Reflexión Final: Que el 9 de Marzo No Sea un Paso Atrás
Hoy, 8 de marzo, miles de mujeres saldrán a la calle para exigir lo que debería ser suyo por derecho. Mañana, 9 de marzo, el reto será que todo lo dicho hoy no quede en el olvido.
Porque si algo hemos aprendido de la historia es que los derechos que no se defienden, se pierden. Y porque, aunque algunos se empeñen en negarlo, el feminismo no ha terminado su camino.
Aún queda mucho por hacer. Y si hay algo que deberíamos aprender de este 8M es que la igualdad no es una meta inalcanzable. Es una obligación.
Las opiniones vertidas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan, necesariamente, el pensamiento de este Multimedio.