Celebramos, con mayor garant铆a frente a la pandemia, el 34 aniversario de la Constituci贸n de 1978, el instrumento que ha posibilitado el desarrollo y la consolidaci贸n del Estado Democr谩tico en nuestro pa铆s. Una consecuencia del texto constitucional, cuya efectividad ha sido y es incuestionable para proteger a la ciudadan铆a, es la creaci贸n de nuestra comunidad aut贸noma.
Por eso conmemoramos tambi茅n el 40 aniversario de la puesta en marcha del Estatuto de Castilla-La Mancha por la asamblea de 160 representantes de las cinco Diputaciones de las provincias que conformar铆an la regi贸n, que naci贸 un a帽o despu茅s tras la aprobaci贸n definitiva por parte de las Cortes Generales.
Tanto la Constituci贸n como el Estatuto de Autonom铆a han sido trascendentales para la creaci贸n de un clima de convivencia pac铆fica y en libertad de todas y todos los espa帽oles, para la modernizaci贸n de nuestra tierra y para la mejora de las condiciones de vida de nuestra gente.
Dos tercios de los espa帽oles y espa帽olas han nacido despu茅s de la Constituci贸n del 78 o no ten铆an edad suficiente para votarla. Este hecho constatable nos debe hacer reflexionar. Creo, sin ambages, que la mejor manera de que esos miles de personas defiendan nuestra Ley Fundamental, lleven a la pr谩ctica sus preceptos y, en definitiva, la hagan suya, es promover la reforma del texto constitucional, sobre todo en lo referente a situaciones que no se pudieron tener en cuenta cuando se redact贸 porque, sencillamente, no se hab铆an producido.
Me refiero, en concreto, a la revoluci贸n tecnol贸gica que ha tenido lugar, sobre todo en los 煤ltimos a帽os, y a la necesidad imperiosa de asegurarnos para nosotros y las generaciones venideras un planeta sostenible, as铆 como un modelo energ茅tico que apueste por las fuentes limpias. No es nada conveniente ser inmovilistas respecto a la necesidad de modificar o plasmar en nuestra Carta Magna aspectos que reflejen la realidad del momento.
No abogo por una reforma integral, con modificaciones parciales ser铆a suficiente para que la Constituci贸n del 78, que a sus 43 a帽os es fuerte y muy valiosa, se renueve dando respuesta a cuestiones relevantes y de gran importancia en todos los 贸rdenes de la vida. Aunque no es obligatorio, considero que es absolutamente recomendable.
Si hace m谩s de cuatro d茅cadas, en un contexto pol铆tico convulso, con posiciones ideol贸gicas y posturas muy diversas, incluso abiertamente enfrentadas, fueron capaces de alcanzar acuerdos, en la actualidad tambi茅n deber铆a ser posible. Ahora nuestra sociedad est谩 m谩s preparada que la entonces, reci茅n salida de una larga dictadura de casi 40 a帽os. Afortunadamente, nuestro presente acredita una dilatada experiencia de convivencia democr谩tica avalada por el mayor per铆odo de paz que ha registrado nuestra historia como naci贸n.
Sentar bases s贸lidas con pronunciamientos un谩nimes ha conferido a la Constituci贸n su mayor fortaleza, pero el valor y la proeza de lo que aconteci贸 no se basa exclusivamente en ello, a pesar de los distintos or铆genes de los participantes, procedencias ideol贸gicas y experiencias vitales. Lo verdaderamente relevante, lo que da magnitud a su acierto, es que lograron contagiar a la ciudadan铆a de la 茅poca la necesidad de dejar a un lado las diferencias para conseguir el bien com煤n.
Por eso es tan importante que los que nos dedicamos al servicio p煤blico desde la pol铆tica y desde las instituciones hagamos siempre pedagog铆a social en favor de la concordia, aunque en alg煤n momento pueda suponer ir en contra de nuestros intereses partidarios.
Si en un tiempo m谩s dif铆cil y complejo fuimos ejemplo de unidad y sensatez, hagamos todo lo posible por continuar por esa senda. Que no haya divisi贸n ni fisuras en torno a cuestiones que afectan a todas y todos los espa帽oles, quienes, con independencia de sus ideas, esperan decisiones que propugnen la convivencia democr谩tica conforme a un orden econ贸mico y social justo.
聽JOS脡 MANUEL CABALLERO SERRANO
Presidente de la Diputaci贸n de Ciudad Real
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