El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el canciller alemán, Olaf Scholz, certificarán este martes su alianza en favor del impulso de las interconexiones energéticas en la Unión Europea y, en particular, la que debería unir la Península Ibérica con Francia a través de los Pirineos.
Sánchez ha sido invitado por Scholz a reunirse con él y participar en una sesión extraordinaria de su Consejo de Ministros en la que durante dos días va a abordar la estrategia de seguridad nacional y los problemas de suministro energético derivados de la guerra en Ucrania.
El jefe del Ejecutivo español asistirá a la primera jornada (lo que le impedirá presidir la habitual reunión de los martes del Consejo de Ministros) y para ello se desplazará hasta la localidad de Meseberg, a unos 70 kilómetros de Berlín y cuyo castillo ha sido el sitio elegido por el canciller alemán para reunir a su Gobierno.
La reunión de Sánchez con Scholz y con todos los ministros alemanes llega en un momento en el que Europa está intentando impulsar alternativas para garantizarse el suministro de gas ante lo que el presidente del Gobierno español califica de “chantaje energético” del líder ruso, Vladímir Putin, tras la invasión de Ucrania.
España lleva años reclamando la interconexión gasística con Francia a través de los Pirineos (el denominado MidCat), un proyecto que en la coyuntura actual recobra protagonismo hasta el punto de que Scholz reclamó hace días que se impulsara.
Pero se trata de una iniciativa que siempre ha contado con las reticencias de Francia.
Sánchez, en su reciente gira latinoamericana, aseguró que tiene la intención de persuadir al presidente francés, Emmanuel Macron, de la necesidad de esa interconexión, que recordó que forma parte de los planes de la Comisión Europea y que contaría con financiación comunitaria
Pero advirtió de que si Francia mantiene su rechazo, existe un plan B que también figura entre las alternativas de la Comisión: una interconexión energética de España con Italia.
De todo ello conversará Sánchez con los ministros alemanes y con Scholz, y reiterará el pleno compromiso de España para ayudar a los países de la UE más expuestos a un corte de suministro del gas ruso, entre ellos Alemania, así como que esa solidaridad queda patente en el plan de ahorro de energía aprobado por su Gobierno.
Pero el encuentro de Meseberg no será sólo para hablar de energía, sino que permitirá tratar otros asuntos de la agenda europea y cómo hacer frente a más dificultades derivadas de la guerra en Ucrania.
También la propuesta de Scholz para que la Unión Europea comience ya a adoptar decisiones por mayoría -en lugar de hacerlo por consenso- en algunos asuntos concretos, como primer paso de unas reformas que considera necesarias para ampliar el bloque hacia el este.
Sánchez vuelve a Alemania después de que el 18 de marzo pasado se reuniera con Scholz en Berlín dentro de la gira que realizó por varios países europeos para defender una reforma del mercado de la energía que inicialmente era vista con reticencias por Bruselas.
Sin embargo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció este lunes una “intervención de emergencia” y una reforma estructural del mercado de la electricidad ante su desorbitado encarecimiento.
“Necesitamos un nuevo modelo de mercado para la electricidad, que realmente funcione y nos devuelva el equilibrio”, señaló.