A nivel nacional, por su parte, los precios cayeron un 0,4 % frente al mismo mes de 2019, descenso que se moderó una décima respecto al de agosto por el encarecimiento de la electricidad.
Los precios cayeron un 0,6 % en Castilla-La Mancha el pasado mes de septiembre en relación con el mismo mes del año anterior, tras subir dos décimas respecto al mes anterior.
A nivel nacional, por su parte, los precios cayeron un 0,4 % frente al mismo mes de 2019, descenso que se moderó una décima respecto al de agosto por el encarecimiento de la electricidad.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado así el dato que avanzó hace quince días y que refleja cómo los precios de consumo acumulan seis meses de descensos interanuales, desde abril cuando estalló la pandemia del COVID-19.
Además de la subida de la luz, en la evolución del IPC de septiembre influyó el menor abaratamiento de los paquetes turísticos respecto a hace un año, y el encarecimiento de las legumbres y hortalizas.
En Castilla-La Mancha, la mayor subida interanual se produjo en los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas (2,3 %), seguido del vestido y calzado (1 %) , mientras que bajaron los precios en la vivienda (-4,4 %) y el transporte (-4,8 %).
Con respecto al mes de agosto, el IPC subió en esta comunidad autónoma el 0,2 %, y por grupos, la mayor subida se registró en el vestido y calzado (5,4 %), y la vivienda (0,6 %), en tanto que los precios se mantuvieron estables en alimentos y bebidas no alcohólicas, en medicina y en bebidas alcohólicas y tabaco; y bajaron los precios del ocio y la cultura (-2,3 %) y el transporte (-0,4 %).
En el conjunto de España, el grupo de la vivienda moderó su descenso un punto, hasta caer el 1,4 %, por el encarecimiento de la electricidad -que hace un año se abarató- y pese a la bajada de precios del gasóleo para calefacción, que subieron el año anterior.
El ocio y cultura también moderó su caída hasta el 1,1 %, por el menor abaratamiento de los paquetes turísticos que hace un año, mientras que los alimentos y bebidas no alcohólicas subieron el 2,4 %, dos décimas más que en agosto, por el encarecimiento de las legumbres y hortalizas, que se abarataron en septiembre de 2019.
A la baja del IPC tiraron el transporte, que aceleró su caída seis décimas hasta el 5 %, por el abaratamiento de los carburantes y lubricantes para el transporte personal principalmente, aunque también del transporte aéreo de pasajeros.
Los hoteles, cafés y restaurantes incrementaron sus precios un 0,3 %, dos décimas menos que en agosto, por el mayor abaratamiento de los servicios de alojamiento.
La inflación subyacente, una vez eliminados los elementos volátiles de la cesta de la compra (alimentos frescos y energía) se mantuvo en el 0,4 % en septiembre, con lo que se situó en positivo.
Sólo durante el mes de septiembre los precios de consumo subieron un 0,2 %, impulsados por el encarecimiento del vestido y el calzado con la nueva temporada y por la electricidad, que compensaron el abaratamiento del gasóleo y gas para calefacción, paquetes turísticos, carburantes, transporte aéreo y servicios de alojamiento.
En septiembre el indicador comparable con la UE (IPCA) se situó en el -0,6 %, el mismo dato que el registrado el mes anterior, mientras que en tasa mensual fue del 0,4 %.