PERMÍTASENOS UNA PREGUNTA RETÓRICA : ¿tomarán en serio nuestros gobernantes las reflexiones que hizo Felipe VI en el Foro de A Toxa sobre las respuestas a la pandemia?
El discurso del rey debería ser, sí, un aldabonazo en este territorio minado en el que la clase política –tanto los líderes de la derecha cuanto los de la izquierda, tanto el Gobierno cuanto la oposición– da muestras sonrojantes de su incapacidad para consensuar los asuntos de interés general, los temas esenciales para apuntalar el futuro inmediato. La gestión de la pandemia ha degenerado hasta convertirse en una jaula de ruidosos grillos, bien se ve, con La Moncloa imponiendo el confinamiento de Madrid –la capital de España es el epicentro de los contagios en Europa, el ventilador que aventa el virus a toda España– y Díaz Ayuso tocando tambores de guerra y amagando con la insumisión. El pacto de Estado, más necesario que nunca, parece a estas alturas una quimera y ni siquiera es capaz de desatascar el diálogo la advertencia del Fondo Monetario Internacional de que la crisis será larga y dura. Permítasenos otra pregunta retórica: ¿es suficiente con que el Ejecutivo de Pedro Sánchez autorice a las autonomías a endeudarse más y a los municipios a gastar sus ahorros? El FMI retrasa hasta 2023 la recuperación de los niveles de riqueza que los españoles disfrutábamos antes de la brutal irrupción del coronavirus en nuestras vidas, y pide reformas urgentes y a fondo. Lo que parece, sin embargo, es que optamos por la solución de los parches, menos traumática a corto plazo, cuando no por el sálvese quien pueda. En este escenario de pesimismo, confusión y desconfianza, las palabras del monarca en A Toxa, ayer, las vemos como un soplo de sentidiño. Harán bien nuestros gobernantes, sean de izquierdas, sean de derechas, en entender que la crisis covid es también, pese a sus brutales zarpazos, una oportunidad de transformación que debe alimentarse de energías verdes y digitales. Y harán bien en tomar nota de la hoja de ruta que receta Felipe VI: “No se puede desarrollar una sociedad con valores y cohesión social si falta la equidad”. Aprovechemos la tormenta de ideas en el Foro de A Toxa como faro capaz de iluminar un futuro mejor, aunque solo sea para que, en la despedida a Quino, no resuene el grito frustrado de Mafalda: ¡Paren el mundo, que queremos bajarnos!